VIOLENCIA CONTRA LA MUJER Y SU IMPACTO EN LA SALUD MENTAL DE LOS HIJOS

VIOLENCIA CONTRA LA MUJER Y SU IMPACTO EN LA SALUD MENTAL DE LOS HIJOS

Elsa Yicelis Polo Peña,

Estudiante de la Maestría Salud Mental Comunitaria

Universidad el Bosque

Bogotá – Colombia

La Violencia contra la mujer, es un tema de vieja data en la historia de la humanidad, y a lo largo de los años ha tomado mucho auge en la sociedad global; además, ha sido una de las problemáticas que más ha tenido intervención en el campo legislativo del estado a través de la realización de diversas normativas legales que preservan el respeto por los derechos humanos y por consiguiente respalda la no violencia contra la mujer, pese a estas consideraciones el fenómeno no disminuye, es más, se sigue comportando como un problema de gran magnitud, el cual no solo la involucra a ella, por ser víctima, sino que implica, además,la relación social de su progenie con el mundo que los rodea.

Se tiene la intención, de explorar la problemática general sobre violencia contra la mujer, como afecta a la sociedad en general y principalmente como se impacta la salud mental de los hijos de mujeres maltratadas, revisando la posibilidad de estrategias que desde nuestro papel como enfermeros/as ayuden a estrechar el fenómeno. Considerando su gran relevancia social debido que las conductas o patrones de comportamientos adoptados por muchos niños hoy día son producto de la experiencia que han vivido en el seno familiar, lo cual los convierte en personas violentas, agresivas y con muy baja autoestima llevando así a que este problema crezca cada día más, traduciéndose en una afectación de orden social y sistemática.

La violencia contra la mujer ha sido definida por diversas organizaciones. La OMS y La Declaración de las Naciones Unidas ONU en 1993 coinciden en que la violencia es “cualquier acto de violencia basado en el género que produzca o pueda producir daños o sufrimientos físicos, sexuales o mentales en la mujer, incluidas las amenazas de tales actos, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, tanto en la vida pública como en la privada”.1, 3

Es bien sabido por estudios de la Organización Mundial de la Salud que un tercio de mujeres del mundo son víctimas de violencia física, sicológica, económica, o sexual y la mayoría de los casos de abuso se dan en la relación de pareja.1 En América Latina la mayor incidencia de violencia hacia las mujeres se da en la Región Andina, donde el 40,63% de mujeres sufren violencia por parte de su pareja. En el caso Colombia para el año 2.014 se observó que en el primer semestre, hubo 514 feminicidios, mientras que 15.640 mujeres fueron víctimas de la violencia intrafamiliar y otras 5.545 denunciaron abusos sexuales.2

Se ha demostrado que la violencia contra la mujer tiene graves consecuencias para su salud, por tanto tienen mayor probabilidad de sufrir discapacidades, muerte, problemas de salud mental, problemas musculo esqueléticos y problemas de salud sexual y reproductiva, lo que genera que los costos sociales y económicos de la violencia de género sean grandes para las sociedades, además, la violencia a la cual son sometidas las mujeres genera que estas pierdan la capacidad de llevar a cabo su papel productivo en el mercado laboral, y reproductivo en las familias, y consumen en mayor medida recursos sanitarios y sociales.4

Está comprobado que la violencia contra la mujer no solo tiene consecuencias físicas sino que además tiene un gran impacto en su salud mental, debido que las agresiones y las relaciones de abuso, hacen que la mujer desarrolle sentimientos de depresión, humillación, baja autoestima, indefensión y en algunos casos sentimientos de culpabilidad y son muy frecuentes los suicidios.

En torno a esta ardua problemática en los últimos años se han realizado muchos y diversos trabajos científicos, 5,6 en los cuales se han planteado las consecuencias de la violencia de género desde el punto de vista jurídico, social, médico o psicológico; y en general sobre las repercusiones de la violencia doméstica sobre las mujeres, enfatizando en su mayoría en los factores sociales que conllevan a las agresionespor parte de su pareja o ex parejas sentimentales. Sin embargo, apenas hay pocos estudios 8, 9,10, 12 que traten de los efectos que esta violencia tiene en las hijas e hijos de las mujeres víctimas, pero en los cuales queda evidenciado que si se afecta la salud mental de los hijos de mujeres maltratadas.

Se ha evidenciado que la violencia contra la mujer suele ir acompañada de violencia contra los menores, y que de esta manera se crea una serie de comportamientos destructivos y conductas negativas en el niño, que va aumentando a medida que presencia los episodios de maltrato.7 También está comprobado que la exposición a la violencia familiar constituye un grave riesgo para el bienestar psicológico de los menores, especialmente si, además de ser testigos, también han sido víctimas de ella, por lo adoptaran estas conductas como pautas de relación normales entre adultos.

Los hallazgos muestran que los niños expuestos a la violencia en la familia presentan más conductas agresivas y antisociales y más conductas de inhibición y miedo que los niños que no sufrieron tal exposición, también suelen presentar una menor competencia social y un menor rendimiento académico que los niños de familias no violentas, además de promedios más altos en medidas de ansiedad, depresión y síntomas traumáticos.

Se estima que entre el 25% y el 70% de los niños de familias en las que se producen episodios de violencia, manifiestan problemas clínicos de conducta, especialmente problemas externos como conductas agresivas y antisociales. 8

Otras de las manifestaciones que se ha evidenciado es la presencia de baja autoestima, falta de empatía y depresión, estrés postraumático, agresividad, problemas de conducta, dificultades de aprendizaje, pesadillas con contenido de violencia y aumento de la angustia cuando el niño recuerda algún episodio abusivo. 9

Se comprobó mediante una investigación realizada que el abuso físico y el abandono o negligencia en la niñez se asociaban en forma significativa con conducta criminal violenta posterior; sin embargo no todo niño abusado o abandonado se convierte en un criminal.8

Los patrones de comportamiento se reflejaran según la etapa en la que se encuentre cada niño y pueden optar por diversas alternativas, algunos pueden irse del hogar o involucrarse en conductas delictivas.

Hay numerosos indicios que afirman que los niños que presencian violencia intrafamiliar muestran una tendencia a ser abusivos o víctimas de violencia en la edad adulta.9 Ellos y ellas son candidatos al diagnóstico de toda la variedad de trastornos por estrés traumáticos, depresiones por desesperanza o de posibles trastornos de personalidad.

En esta experiencia traumática se produce pérdida de sentimientos, mostrará terror intenso, miedo de morir, o temor de la pérdida de su madre o de la persona con la cual se realice el maltrato y en muchos casos los niños pueden desarrollar sentimientos de culpabilidad, atribuyendo el origen del problema a su existencia y es entonces cuando aparecen los intentos de homicidios, las fugas del hogar, y el odio hacia los padres, y en muchos que están en su etapa de adolescencia, empiezan a desarrollar esas conductas agresivas con las personas que los rodean porque las ven como aceptables, comienza a crecer su ego y querer hacerle a otras mujeres lo mismo que el padre le hace a su madre.8,10.

La violencia contra la mujer se ha convertido en un problema de gran magnitud, para lo cual se han utilizado diversas estrategias como la creación de diversas normativas que respaldan la no violencia contra la mujer,ése a esto el problema no disminuye, e involucra e impacta mentalmente a la mujer sino también a su hijos, lo cual tiene enormes repercusiones para la sociedad en general.

Esta problemática afecta los patrones de comportamientos de los niños, los cuales son adoptados según la experiencia que han vivido en el seno familiar convirtiéndose así en personas agresivas y con baja autoestima, alimentando aun más el problema y llevándolo a que se convierta en una afectación de orden social.

Tras la revisión de la problemática sobre el maltrato contra la mujer y el impacto que tiene sobre la salud mental de sus hijos, se abre una ventana para la investigación, para desarrollar estrategias que busquen estrechar el problema descrito desde nuestro contexto local, teniendo en cuenta la afectación mental que esta tiene para las personas inmersas en el conflicto.

El enfermero se debe preocupar por ampliar sus conocimientos a cerca de la problemática, y crear grupos interdisciplinarios con el fin de participar en el diseño de políticas con el apoyo de los entes Departamentales y Municipales, apoyándose en ley de infancia y adolescencia, y de todas aquellas que promueven el respeto por los derechos humanos.

Bibliografía

1. OMS. Violencia de pareja y violencia sexual contra la mujer. Nota descriptiva. Octubre de 2013.

2.Comisión Unitaria de Trabajadores de Colombia. La violencia contra la mujer, un flagelo para erradicar. Nov. 2014.

3.Naciones Unidas (1995). Declaración de Beijing de 1995, y Plataforma para la Acción. IV Conferencia Mundial sobre las Mujeres. Beijing, China, Madrid: Ministerio de Asuntos Sociales, Instituto de la Mujer.

4.Sanz-Barbero Belén, Rey Lourdes, Otero-García Laura. Estado de salud y violencia contra la mujer en la pareja. GacSanit [serial onthe Internet]. 2014. Apr [cited 2015 Apr 21] ; 28( 2 ): 102-108.

5.Lila Marisol. Investigación e Intervención en Violencia contra la Mujer en las Relaciones de Pareja. Intervención Psicosocial [revista en la Internet]. 2010 Jul [citado 2015 Abr 22]; 19(2): 105-108.

6. Romero Inmaculada. Intervención en Violencia de Género: Consideraciones en Torno al Tratamiento. Intervención Psicosocial [revista en la Internet]. 2010 Jul [citado 2015 Abr 22]; 19(2): 191-199.

7.Sepúlveda García de la Torre A. La Violencia de Género como causa de Maltrato Infantil. Cuad. med. forense [revista en la Internet]. 2006 Abr [citado 2015 Abr 21]; (43-44): 149-164.

8.Patró Hernández R, Limiñana Gras RM. Víctimas de Violencia Familiar, Consecuencias Psicológicas en Hijos de Mujeres Maltratadas. Anales de Psicología 2005;2:11-17.

9.NORTE, Salud Metropolitano. Violencia familiar y su impacto sobre el niño. Rev. chil. pediatr, 1996, vol. 67, no 4, p. 183-187.

10.Asensi, L. F. Violencia de género: consecuencias en los hijos. Revista PsicologiaCientifica.com, 2007, 9(4).

11.Miotto Wright María Da Gloria. La Contribución de La Enfermería Frente Al Fenómeno de las drogas y la Violencia en América Latina: Un Proceso de Construcción. Cienc.enferm. [revista en la Internet]. 2002 Dic [citado 2015 Abr 21]; 8(2)9-19.

12. Espinosa Bayal- M.A. las hijas e hijos de mujeres maltratadas: consecuencias para su desarrollo e integración escolar. Instituto Vasco de la Mujer. 2004.

13. Arcos G Estela, Uarac U Myrna, Molina V Irma. Impacto de la violencia doméstica en la salud infantil. Rev. méd. Chile [revista en la Internet]. 2003 Dic [citado 2015 Abr 21];131(12):1454-1462

14. Violencia contra las mujeres en el ámbito doméstico: consecuencias sobre la salud psicosocial Juan Manuel Domínguez Fuentes; Patricia García Leiva; Inmaculada Cuberos Casado; Anales de Psicología 2008, 24 (1)

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