Vida, un instante.

A veces la vida simplemente es así, hay momentos en los que creemos que no podemos dar más y que necesitamos recibir mucho. ¿Te ha pasado? Que llega ese instante que no puedes encontrar el sentido a lo que llamamos vida, ¿Qué es la vida en sí? Crecemos creyendo que lo mejor siempre está por venir y desperdiciamos el presente ideando como sería el mañana perfecto que en realidad no existe, porque jamás llega.

Un día te despiertas y ya las cosas cambiaron de rumbo, a veces esa sensación de melancolía no la terminamos de conocer, si es alegría o tristeza, si está bien o está mal. Es normal, tranquilo. Las personas normalmente nos adaptamos a todo, es una de nuestras mejores cualidades, pero ¿hasta qué punto es una ventaja? Comienza a ser una desventaja cuando nos damos cuenta que el mundo cambia constantemente; las personas que estaban ya no están, las que no existían aparecen en nuestras vidas y junto a ellas millones de momentos, sentimientos, experiencias surgen y se desvanecen.

Simplemente la vida es así, un ciclo sin fin, un instante infinito que varía constantemente. Siendo sinceros, después de entender esta realidad es factible que estemos equivocados en intentar controlar el mundo, en plantearnos objetivos sin saber que depara el futuro. Nos equivocamos en esperar que mañana sea un momento mejor que hoy; Ya que alguna vez este hoy fue un mañana y no llegó como nos imaginamos que sería. El mejor momento para ser felices es hoy, esa es la única realidad.

Dejando de lado lo que nos incita la sociedad, la mejor forma de tener alegría es disfrutando cada hecho que vivimos y con las personas que están ahora, ¿porque desperdiciar el tiempo? Esas personas y esos momentos no vuelven, y las experiencias te hacen entenderlo. La única manera de no arrepentirse por lo que dejaste pasar es dando lo mejor de uno en cada circunstancia; de esta manera el día que la melancolía te atrape vas a saber responder desde un lugar sin culpa, porque diste lo mejor que tenías, y si era para vos permanecerá, sino simplemente la existencia se encargaba de ubicar a cada parte en su lugar.

Las personas y los momentos son instantes fugaces, hay que aceptar que aparecen y desaparecen, pero nunca dejan de existir. Somos una molécula en el universo, hay millones de conocimientos que aún no hemos adquirido y eso nos permite siempre soñar y creer que estamos aquí por un propósito, que hay algo más para saber, debemos ser conscientes que la vida nos lleva por el camino que quiere y la única manera de coincidir con ella es adaptándonos, aprendiendo de experiencias, querer más, tener ganas de vivir, de encontrar cuál es nuestro destino.

Debes entender que posees un valor inmenso por el solo hecho de que la existencia te permitió estar aquí, así como no permitió que otras personas estén presentes. El por qué no existe, las cosas suceden por que sí, sin explicación alguna. Tú vales como todos los seres vivos, el mismo valor, al mundo le importas igual que cualquier otro ser. No eres más ni menos. Lamentablemente la sociedad impone diferencias materiales, continentales, laborales, espirituales, etc; pero el corazón, las experiencias de la vida, los momentos son circunstancias que todos vivimos por igual.

Hay que ser feliz, porque hoy tienes lo que muchas personas desearían tener, hoy eres lo que mucha gente desearía llegar a ser. Hoy la vida te dio una oportunidad a vos para que la aproveches, la disfrutes y le agradezcas al universo por tenerte en cuenta, y la mejor forma es siendo feliz. A pesar de que vivimos situaciones difíciles, tristes, dolorosas, todas tienen un equivalente positivo para que aprendas a no cometer los mismos errores y así poder conocer la próxima etapa, hasta llegar al objetivo para el cuál la vida te eligió.

Comienza a disfrutar de tu vida, tu tiempo vale más que el oro, no lo desperdicies en personas que no saben disfrutar de tu compañía, ni en situaciones que te hagan sentir mal, triste, infeliz. Eres dueño de tu vida y tu tiempo y solo tú eres el responsable de crear tu propia felicidad. Las personas que te aman y te amaron quieren verte feliz, tú sabes bien cómo ser para que quienes te aprecien puedan estar tranquilos y bien, eres muy importante para los demás y el mejor obsequio que puedes ofrecerles es sentirte feliz y transmitir alegría.

Antes de amar a alguien o algo debes aprender a darte amor a ti. Si eres todo lo que necesitas y deseas, solo buscarás felicidad en los demás y disfrutar de cada instante.