VARIOS CUENTOS, UN POEMA

Te veía alta, elevada como los escarpados paisajes de Luvina, no me alcanzaría la sabiduría del Licenciado Vidriera para poder acercarme a ti, hubiera deseado en aquella época, que la carta que te escribí, fuese la carta robada y que con ella me presionases a decir, lo que nunca me atreví, mi cobardía fue tan grande que con el silencio de una gallina, hui, más que por tejados, por nubes, con las que tuve que aprender a convivir en un largo viaje a la deriva.

Ahora pienso, ¡que insolente fui!, esperaba que tú, mujer, vinieses por mi, esperaba que tú, como un fantasma enamorado, aparecieras por aquella, la ventana abierta, en vez de yo dirigirme hacia ti, más que con la libido de los amantes de Pasha, la corista, con la fuerza de aquel amor, que era real.

Deambulando estuve, no por inventar las tres versiones de judas sino por la teo-agonía que sufrí por mi silencio, los días no tenían sentido, lunes o martes, no importaba, alzaba mi vuelo y sin decir nada contemplaba en tu mirada, los paisajes del vuelo de la garza.

Al final del camino,encontré el amor sin ti, pido a Dios que mi dicha no sea fugaz, no quiero ser la versión masculina, del cuento felicidad.