Allí, en una pequeña sala ubicada en Argentina, con un pedazito cubano y otro colombiano, ya se reunían Alejo Carpentier, quien se encontraba limpiando sus anteojos, a su lado había llegado Gabo levitando y con un café típico de su tierra en mano, cerca de él aún revoloteaban unas pequeñas y bellas mariposas amarillas, finalmente se sentó en una vieja mecedora. En la sala también se encontraban Mario Llosa y Luis Borges, este último preparándose para cebar un mate.
Después de hablar por un tiempo, por unos minutos, quizás horas, quizás días, entró por la pequeña puerta Julio Cortázar , a quien no habían visto desde el día de su muerte, hace ya 2 años. Junto a él entró su infaltable risa y con su característico suave tono exclamó :
- Che!, mis amigos, creyeron que iba a perderme la oportunidad de tomar unos mates junto a Borges? ¡Que el mate es pulmón argentino de repuesto para solitarios y tristes.!
Sin más decir , Cortázar se les unió a la conversación, la primera después de mucho tiempo, pero sin duda no la última .
Yo los observaba en silencio, viéndolos disfrutar, pasaron por incontables temas, uno de los que más abarco tiempo fue, claro, sus obras, todas maravillosas sin duda, no solo sus obras, también ellos como personas, mas sin embargo he yo de admitir que tengo cierta preferencia por Cortázar , mi amigo más cercano, tiene cierta esencia indiscutible y en sus obras se encuentran pequeños destellos de genialidad, en especial rayuela, oh, bellísimo libro, mis queridos lectores, que si me leen a mi lo mínimo es que deben haber leído o leer Rayuela. Si bien Recomiendo a Cortázar en general, su obra más popular ya mencionada es prácticamente indispensable. Como persona mi querido Julio es también un grande, llegue a su vida hace unos dos años aproximadamente y en seguida nos llevamos bien, me recibió sin peros ni rencores, con una gran alegría y sin intentar evitarlo, eso era suficiente para que se convirtiera en mi gran amigo. Con el resto de los reunidos tenemos, por así expresarlo, una relación estrecha, estamos cerca pero no tanto, aún así, tengo la esperanza de unirme a ellos en los próximos años, a lo mejor, la próxima vez que escriba ya somos unidos y recomendare alguna de sus obras.
Siguiendo con nuestro pequeño relato, el grupo de amigos continuó en lo que estaban. Rato después decidieron salir un rato, pasear por el barrio, la ciudad, el país, latinoamerica en general, no vieron nada sorprendente a parte de la pobreza que poco a poco se iba convirtiendo normal , sin importar sus creaciones, los escritores no se creían ni un ápice mejores que los demás, caminaban como camina un grupo común e incluso pasaban aún más inapercibidos. Yo iba junto a ellos, no se habían percatado de mi presencia y eso no me molestaba. Nos topamos con la Maga, una magnífica uruguaya, iba junto a Horacio, quien en resumen amaba a Maga y a sus aventuras, me extrañó un poco no verla junto a su hijo, pero decidí ignorar ese detalle. Conversaron un rato, y Carpentier se presentó , al parecer se llevaron bien. Horas más tarde cruzan por un lado Florentino Ariza y Leona, no espabilan si no hasta que Gabo los llamó con entusiasmo, tienen ambos el mismo aspecto de siempre, supuestamente ya hace un tiempo que Florentino dejó de ser un “mujeriego”, yo personalmente aún no me como el cuento, por el simple hecho de ser el flaco de Florentino, entiendo que Gabo sea el que más los aprecia, pasó con estos demasiado tiempo. Así mismo en el camino se atravesaron la biblioteca eterna (la de Babel), Ti Noel, quien parece feliz en su pueblo Haitiano, y a Sherezade, quien entretuvo por mil y una noches y es una magnífica narradora. Los escritores decidieron volver a la sala después de haber pasado cerca de un mes, llegaron algo agotados pero brotando de felicidad, se trataba de un cansancio alegre, segundos antes de entrar contemplaron el cielo raso en el que se dibuja un gato, un número, una mano cortada. Gabo volvió a su mecedora y saludo a sus mariposas, Borges tomaba su termo, su sherba y se sentaba junto a Cortázar, todos tomaron sus lugares sabiendo que pronto acabaría el encuentro, incluso yo sentía la melancolía y nostalgia que rondaba en el aire, se percibía, así también se percibió un gozo irrebatible, un silencio cómodo y confortable… Hasta que Mario pronunció palabra:
- Está aquí, nuestra amiga, dama de negro, ha subido, Esta Aquí!
Todos parecían un poco sorprendidos, pero nada que los alterara, yo me había alterado un poco, después del primer párrafo no creí que me fueran a percibir, a notar, y mucho menos Llosa, me tomó de sorpresa pero mantuve mi compostura, cinco segundos después Gabo habló – Es cierto, ¿ como no la notamos?- sonrió-.
- Alcance yo a sentirla cerca al salir, pero realmente no le puse atención a mi pensamiento, ja – Exclamó Julio.
Así todos fueron dando opiniones, soltando ideas, hasta que terminaron riendo. Por mi parte, lamento decir que ya no me corresponde estar aquí, quizás nunca me correspondió, pero ahora que Mario dio a notar que estuve siempre presente creo que es mi hora de partir, se que no me pierdo de mucho, pues se que pronto terminara el encuentro y disfrute el rato junto a ellos, se que mas tarde Julio pasara a mi lado y querrá pasar el rato como es normal. Me despido, nunca me presente y no quiero quedar yo como una a la que le falta educación pero confío en que sabrán quien soy, me descifraran. En fin, si vuelvo a colarme ya sea en un memorable o casual encuentro, prometo relatar y dar una que otra recomendación que más atrás prometí.
Espero disfruten y nuestra relación sea un poco más estrecha cada día.
N.N.
OPINIONES Y COMENTARIOS