Una voz de entre las penumbras
Esta mañana ha sido esplendida. Mi pájaro azul ha vuelto, y se ha posado sobre el alféizar de mi ventana. Veo una nube a través de ella, como una nave última para abordar. No sé qué pensar, he estado tanto tiempo en esta habitación, que no me decido si quedarme o buscar nuevos horizontes. Un hombre con vestiduras blancas me dejó un plato de sopa sobre el suelo. Ésta es una extraña rutina de los arcángeles, un hábito de muchos años.
Dos días antes, escuché una voz del otro lado de los muros, un quejido amparado por la fuerza de las penumbras. No supe a qué adjudicárselo, pero la atmósfera de neblina me dice que no falta mucho para partir. Sí…, me iré de este lugar a través de una nave mágica, prodigiosa, y no regresaré jamás. La luna llena está en su apogeo, y es tiempo de aprovechar la ocasión.
Mientras tanto, tomaré un barrote y lo haré una lanza para defenderme de los demonios que vendrán esta noche a desafiarme…
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