Una Pequeña Historia de Amor
Los días pasaban y aun no podía olvidar a mi gran primer amor, pensé que con el tiempo lo llegaría a olvidar, pero no fue así, cada día pensaba en él y esperaba que apareciera frente a mí para pedirle perdón y que me diera otra oportunidad, porque como dice un dicho la tercera es la vencida.
Nos conocemos desde que éramos niños, como a la edad de 8 años, estudiamos juntos, jugábamos, bromeábamos siempre, éramos los mejores amigos, pero cometí el error de enamorarme, no porque fuera malo ni nada de eso, sino que mi cabeza y mi corazón sufrieron mucho ya que estaba ilusionada y pensaba que siempre me miraría como a una amiga o una hermana, ya que nuestra cercanía así lo podía llegar a ser, con el tiempo el me seguía gustando y obvio él era asombroso como no me iba a enamorar de él.
En la escuela siempre me fastidiaban con que me gustaba y yo como soy orgullosa decía que no, porque en el fondo me lo quería creer, para olvidarme de eso, era mi amigo, por Dios estaba demasiado confundida y solo era una niña, no sabía ni que quería para mi futuro.
Pensé que tal vez con la lejanía lo olvidaría, que equivocada estuve, el mudarme para valencia solo hiso que lo extrañar más, conocí a un chico chido, pero siempre él era quien pasaba por mi cabeza, así que el otro solo fue un gran amigo que siempre lo quise así y lo quiero así.
Al volver no estudie con él y pensé «que bien no lo veré”, pero la verdad era que lo quería ver, en el receso salía y estaba sola, él estudiaba en la mañana y yo en la tarde, nunca nos veíamos ni coincidíamos en la salida, trate de actuar normal y lo logre, el actuar siempre me salía bien.
Los días pasaron y no sabía nada de él, ni como estaba ni si estaba bien, un día iba tarde y al salir de mi casa casi choco con él, me quede estática al verlo, mi corazón latió al mil, no se notó mi sonrojo gracias a mi color de piel, como pude sonreí y me fue con la excusa que iba tarde, si iba tarde pero también fue excusa para irme rápido, el me ponía nerviosa, siempre lo hacía y aun lo hace.
Cansada de ocultar lo que sentía por él, decidí decírselo, primero en una nota, infantil lose, pero cada vez que quería hablar con él me daba unos nervios, que a veces actuaba extraña, pero aun no me atrevía a decírselo, ya que mis «amigas» que él estaba enamorado de una de ellas y yo al ver la cercanía de ellos, reprimí todo lo que había en mí, callando aún más lo que sentía.
La oportunidad se presentó y No la quise desperdicia, una «amiga» se lo diría por mí, tonto lose, pero para mí era lo más importante del mundo, así no fuera por mi boca, quería que aunque sea él se enterara de lo que yo sentía por él y así paso, él se enteró y me busco y hablamos mejor, yo con unos nervios atroces y el tan divertido como siempre, me pidió un beso, aun me rió de mi respuesta, era obvio que quería pero le dije que no, solo porque estaba nerviosa, nunca nadie lograba ponerme así, solo el, nos hicimos novios más lo que nunca pensé que después de eso iba a comenzar mi dolor y tristeza.
Maldije una y otra vez, acaso era mi culpa, era todo lo que pasaba por mi mente, no era lo suficiente para él, la culpabilidad me carcomía y muchas veces pensé hasta en acabar con mi vida, eran tantos los problemas que tenía y el pensar en que tal vez él nunca me amo y que solo dijo que si para no dejar o porque era su amiga me dolía, por varias noches llore en silencio y sin nadie que me consolara, caí tan bajo que ya no sentía nada, no quería nada, la vida, el mundo ya no me importaba, lo que dijeran de mí, me valía un pepino, me sentía vacía y prefería estar así.
Porque será que nunca nada es como uno quiere, su regreso me destruyo, esa fachada que cree para no sentir nada se rompió y aunque tratara de arreglarla de nada serbia, nunca podría volver a arreglarla.
Los bellos momentos venían a mi mente y comenzaba a llorar, porque tuve que tratarlo así, me repetía una y otra vez, odio cuando mi orgullo se interpone, cuando me comporto como una completa idiota, pero no puedo devolver el tiempo y hacer las cosas diferentes, lo trate horrible, le dije que no lo quería ver ni en pintura, cuando solo quería correr a sus brazos y abrazarlo fuertemente y nunca soltarlo, besarlo como nunca lo hice, que por fin mi corazón se abriera y de mis labios saliera un te amo, solo para él, pero mi maldito orgullo nunca me lo permitió, culpándolo solo para sentirme menos culpable, tratándolo de odiar para olvidarlo, ignorándolo para no saber nada de él, que equivocada estuve todo ese tiempo.
Cada vez que lo veía mi corazón latía rápido y las palabras no podían salir, en mi mente pensaba en las cosas que decirle, pero de mi labio salían otras, odie cada vez que lo trate mal, llore cada vez que me comportaba como una idiota, si tan solo mis nervios no me traicionaran o si tan solo hubiera tenido la madures que tengo ahora.
Ahora comprendo que nunca pude enamorarme de nadie más, solo porque lo amaba a él y nunca me arrepentiré de eso, no sé cuándo, no sé cómo, pero quiero luchar por su amor, pero…
Sip, el bendito «Pero», ya debe estar decepcionado de mí, dicen que las personas nunca cambian y yo he hecho mi mayor esfuerzo por cambiar aun me falta mucho pero quiero mejorar, algo dentro de mí ,me dice que lo deje ir, que sea feliz, que consiga a alguien que lo ame y que él ame, que seré feliz con eso, pero sé que no es así, sé que llorare como ahora lo hago en solo pensarlo, mi corazón se romperá, porque no sé qué me hiso para estar así, para ser tan egoísta que lo quiero para mí, la tercera es la vencida y quiero vencer.
Y allí note que no solo era una pequeña historia de amor, era una gran historia de mi verdadero amor…
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