Una herramienta interesante no apta para todos

Una herramienta interesante no apta para todos

Marina C

23/05/2022

El autor dedica unas apasionadas palabras a hablar de los cambios que está experimentando la escritura gracias a los nuevos procesadores de texto y a los emojis.

Por un lado, considero que tiene razón. El procesador de texto pone a nuestro alcance un mundo de posibilidades de escritura, nos aporta un lienzo en blanco sobre el que escribir. Si nos equivocamos borramos, si nos cansamos, lo guardamos hasta el día siguiente, no ocupa espacio físico y no supone gasto en papel. Tiene muchas ventajas, de eso no hay dudas.

Sin embargo, y aunque estoy de acuerdo sobre el hecho de que sea una herramienta fácil de usar, es cierto que consume bastante tiempo y que, por muy intuitiva que sea una herramienta, no todos están en disposición de utilizarla.

De hecho, el ejemplo que aporta sobre su hija me parece falaz. Habla el autor de la capacidad de su hija para usar herramientas digitales con gran facilidad, una auténtica nativa digital. Tras cuatro años en la enseñanza puedo afirmar que los nativos digitales no existen; consideramos que aquellas personas nacidas en el tiempo en que la conexión a Internet ha llegado a muchos hogares, desarrollan una asombrosa capacidad para usar los aparatos «conectados», sin embargo, tras cuatro años en la enseñanza puedo afirmar que los jóvenes de hoy día no conocen el uso de estas herramientas, y lo que es más, les resulta terriblemente difícil y tedioso usarlas.

El año pasado un compañero dedicó una hora de clase a que sus alumnos se registrasen en una página web. Lo cierto es que, año tras año, los profesores nos tiramos de los pelos para que nuestros alumnos utilicen correctamente el procesador de textos o que manden un correo bien cumplimentado, es decir, con su asunto, su saludo, su cuerpo y su despedida. Y es que no hay que confundir el manejo básico de Internet con el uso de herramientas digitales.

Finalmente quisiera centrarme en sus palabras sobre las posibilidades de los emojis y la existencia de «un nuevo lenguaje popular». Es un hecho que la gran mayoría de nosotros utilizamos los emoticonos como sustitutos del lenguaje en determinados momentos:

Pero, ¿qué significa esto?, ¿supone realmente un avance o no es más que la tendencia natural del ser humano a la economía lingüística unida a una buena dosis de pereza? Seamos claro, si el ser humano necesitó el lenguaje y la escritura, fue porque su necesidad expresiva sobrepasaba el mero dibujo. No quiero con ello decir que los emojis no tengan su utilidad, sino que no siempre es suficiente; carecen de la precisión del lenguaje y dan lugar a posibles errores, por eso suelen usarse de manera similar al lenguaje no verbal, como apoyo o sustitución del lenguaje, pero puede resultar casi imposible entender una conversación únicamente basada en emoticonos.

Aun así, una de mis grandes preocupaciones como profesora de Lengua Castellana y Literatura es que el uso de estas nuevas posibilidades expresivas nos lleve a una importante pérdida de las palabras. Las palabras, su precisión, son importantes, gracias a ellas somos capaces de pensar como lo hacemos, y me preocupa que sin ellas la sociedad degenere, que la inteligencia decaiga sin los retos mentales a los que la lengua y la literatura, así como otros saberes, nos proponen.

En conclusión, las posibilidades expresivas de los nuevos procesadores son muy interesantes, y está claro que herramientas como los blogs o programas generadores de contenidos ya han aunado escritura con elementos fotográficos o audiovisuales. Sin embargo, creo que esto solo es funcional ámbito informativo y divulgativo y, si bien el añadir imágenes o música al texto puede resultar interesante para la relación autor/receptor, creo que interrumpe el proceso imaginativo de la narrativa, tanto en su creación como en su lectura.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS