Está mañana desperté como un día cualquiera. Día gris acompañada de un cálido resplandor del sol en el cielo, abrigador para este frío invernal. Decidí caminar está mañana en que el viento soplaba una sensación extraña.
Caminaba por mi lugar favorito, como siempre admirando los grandes barcos varados en el mar. Mar azulejo intenso y pasito a la vez, con movimientos taciturnos. En aquella admiración vi a una mujer caminar hacia dónde yo estaba, pensé que ella pasaría de largo, pero no, ella se paró junto a mi, no tan cerca y no tan lejos a la vez, la mire con una sonrisa en el rostro, símbolo de un saludo o agrado.
Ella al mirarme sonrío, su mano colocada en el pecho, misterioso saludo se podría decir. Más aún misteriosa por su vestimenta, llevaba un largo vestido color negro, cubría todo de ella. En ella, vi colocada entre su cuello un collar de piedras preciosas, iluminante como la estrella del anochecer, su cabello era negro y brillante, puedo decir que mujer tan misteriosa y hermosa a la vez. También puedo decir que nunca había visto un rostro tan perfecto, tenía ojos azules, hermosos como el lago Moraine.
En ello continuaba mirando el mar y los barcos, pensaba y buscaba ciertas respuestas en el tiempo. De pronto escuche una voz, una voz misteriosa que producía una sinfonía suave en el alma. Mire al costado y aquella voz provenía de aquella mujer misteriosa. Ella me miró fijamente a los ojos y dijo :
Dime, porque posees un corazón tan Hermoso? En ella solo puedo ver bondad, nobleza, paz y amor, puro y transparente como el manantial del campo, así de transparente es tu alma.
Dime, Que hace aun un ángel en la tierra!? Acaso haz decidido perder tus alas para habitar en el mundo!
Oh niña amada, Dime que buscas? Y yo la buscare para Ti. Dime a dónde vas? Y yo te acompañare.
– continuará – YaquelinRoss –
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