La caída de la vida
como una montaña rusa, infraganti y unilateral,
siendo despiadada al
andar del tiempo; presurosa de decisiones
cautivadora por sus
paisajes y aterradora por los abismos existentes,
pero fuerte creyente
soy de la tierra madre y el sudor en la frente.
Esfuerzo, destreza,
inteligencia como un tronco creciente del mundo;
viejo, vivo y eterno como
la libertad de pensamiento de los sueños
volátiles,
engrandecidos, anhelados, absurdos pero alcanzables
con madurez asumo la
muerte si es necesario para lograrlos.
Enfrentarme con el futuro
tal vez sea mi fin, al filo del tiempo
me he de encontrar en
una batalla interminable por ganar
pero eso ya se verá
porque sin más pongo mi guacal lleno de vida,
energía positiva e
imaginación y de él ha de nacer el árbol de la vida.
Armas que matan y dañan
no he de utilizar solo con dialogar lo he de lograr,
porque la armonía con
paz quiero alcanzar para tener la marea calmada del mar
a esa estrategia me voy
a apegar y como roca nadie romperá
con calma han de
esperar que lo imposible voy a lograr.
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