En la danza del tiempo, cuatro años atrás,
Moví mi asiento, buscando un nuevo compás.
Ella notó mi cambio, se acercó con interés,
Palabras suspendidas, flotando en el vaivén.
Negué con mi ser, temores escondidos,
Como mariposas, enredados y perdidos.
Jugó con mis sentidos, un juego sutil,
En el eco del arrepentir, mi corazón latió débil.
Hoy el llanto cae, como gotas de lluvia,
Remordimientos danzan en mi alma fría.
En el teatro de errores, mi papel desgarrado,
Anhelando el pasado, en lágrimas sumergido.
El tiempo no retrocede, su ruta implacable,
Aprender de la pena, semilla inquebrantable.
Que este poema sea el eco de tu renacer,
En las páginas nuevas, halla paz y poder.
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