Un cuento mal redactado.

Un cuento mal redactado.

Onironauta

24/06/2020

Pensarías que es un simple cuento si comenzara con el típico “Había una vez..” o “Erase en un pueblo muy lejano..”, pero te darás cuenta de que este no será un cuento cualquiera cuando comienza con…

“¡Quizás hoy pueda morir!” -dije mientras me ponía los zapatos y me dirigía al baño. Caminé los tres metros que hacían falta para llegar, abrí la puerta cuyo rechinar lejos de molestarme me tranquilizaba, me lavé la cara mas no quise levantar la mirada para no ver el espejo. Odio ver el espejo, y digo “el espejo” porque nunca logro verme en él (no es que sea un vampiro ni nada de eso, realmente sería genial poder ser alguien de sangre fría, pero no es mi caso; yo siento frío, calor, alegría a medias y también dolor, sobre todo el dolor es algo con lo que vivo).

Hoy quise matarme, ayer fue los mismo y mañana será igual, así hasta por fin lograrlo. No es que sea la meta de mi vida, pero es lo único que ahora ronda mi cabeza.

Ya regresé a la habitación, está fría y no hay nadie, nunca hay nadie. Son las doce de la noche (y como en Cenicienta, aquí cambia el cuento y desaparece el vestido), me están llamando, sé quien es, sé que quiere, sé que no quiero contestar y sé que contestaré.

-Hola.

-¿Pensabas no responder?

-No, sabes que no puedo huir de ti.

-Por fin me has aceptado. No. Nos aceptaste a todos, ya que todos somos parte de ti y lo sabes.

-…

-¿Hoy también queremos morir?

-Sí.

-Genial, hoy será divertido ¿Podemos comenzar?

-Sí.

Ahora mismo estoy solo, hablando solo y… no importa.

Quienes me llamaron fueron mis demonios. Tengo muchos, pero el que siempre me habla es Hapus, él representa mi infelicidad, que irónico ¿verdad?. Él trae a todos los demás, usualmente vienen solos, pero cuando él quiere pueden llegar juntos. Antes negaba lo que pasaba y me ocultaba de ellos, pero ya dejé de hacerlo, porque me di cuenta que son parte de mí, son la mayor parte de mí y ahora solo dejo que me consuman.

Conozco a muchas personas que los enfrentarían, pero yo no puedo contra ellos, no solo son muchos, sino que son los únicos que siempre han estado conmigo; creo que ese es el motivo por el que no los quiero combatir, porque son los únicos que realmente me conocen, ya que ni yo misma me conozco.

Ya amaneció, debería levantarme para ir a la universidad, es mi deber, tengo que estudiar para luego trabajar, tener una familia y ser muy, pero muy feliz o eso es lo que el mundo espera de un joven universitario, pero no saben cómo me siento, nadie sabe y así debe ser. 

Cada uno tiene sus demonios, algunos son más grandes que otros, pero cada uno los afronta como puede. Si quieres saber que hicieron los míos en la noche, es lo mismo que me hacen cada noche: entran en mi cabeza, destrozan todo y sólo dejan en mí una pesadilla; para luego salir y dejarme solo el resto de la noche, cada noche de mi vida ha sido así y va a seguir así hasta que los enfrente o muera (si es que realmente me dejan después de muerto). Se llevan un poco de mi vida y desaparecen. Estoy esperando a que se lleven todo lo que hay dentro de mí y que me dejen por fin vacío, sin motivos para vivir o sin deseos de morir, porque nunca podré hacerles frente. 

Cuando uno de ellos se dé cuenta de que lo que me frena para acabar con mi vida es la cobardía, no sé qué pasará, no sé si lo destruirán entre todos o lo destruirá sólo el que lo descubra o lo dejarán en mí, para que siga sufriendo hasta que la muerte se apiade y venga por mí. 

Así que hoy tampoco pude matarme. ¿Quién vendrá esta noche?

FIN

Nota: HAPUS significa feliz en galés

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