UN CÁNTICO A DAGUA (oda)

UN CÁNTICO A DAGUA

(oda)

El más puro sentimiento

Que hoy me brota en toda el alma;

Se traduce en ardimiento

¡Y en un cántico a mi Dagua!

Fui nacido en sus colinas 

Como pliegues de esmeralda 

Bajo un sol que dictamina

¡El surgir de nueva patria!

Con el pito de los trenes

Que tragaban las distancias…

Yo crecí entre los andenes

Ferroviarios en su andanza. 

Los piñales más sabrosos

Y los plátanos de Dagua

Se embarcaban generosos

¡Y a otras tierras se marchaban!

Yo miré cómo crecía 

Mi terruño en lontananza…

La iglesita bendecía

De occidente aquella plaza.

Con mi pecho palpitante

Como el hijo que la amaba,

Yo besé bajo el cuadrante

¡De este cielo su alborada!

Con el oro hecho pepitas

Que su río regalaba…

Le obsequié a la más bonita

De sus hembras fina esclava.

Las leyendas queremitas

Me trajeron a mi amada,

Y una blanca y pura orquídea

¡Me abrazó en la madrugada!

Bajo un techo como un nido

El amor multiplicaba…

A mis vástagos nacidos

En la tierra más sagrada:

¡Dagua, Dagua! Florecida

¡Tan hermosa como amada!

Les cantaba yo a mis hijos

Y su pecho se inflamaba.

Mi guitarra bambuquera

Que en su cuna resonaba;

Levantaba una bandera

Tricolor en su semblanza.

Serenatas y coplillas

En sus cuerdas resonaban

Con el ritmo de las brisas

¡Cual melódica romanza!

Son mis hijos aguiluchos

De esperanzas renovadas

Que se lanzan con orgullo

Bajo el cielo hacia el mañana.

Como pájaros planean

Con magnífica confianza;

Decididos en su idea

¡De dar brillo eterno a Dagua!

Yo desciendo de los pueblos

Que en mi Valle aposentaban;

Y mi piel de caramelo

Es fusión de muchas razas.

Soy tan libre como el vuelo

Que los cóndores alcanzan…

Y es mi grito… ¡Soy dagüeño! 

¡Progresar es mi esperanza! 

La belleza del paisaje

Con su faz paradisíaca;

Inspiró bajo el celaje

De llanuras y montaña.

Al grandioso novelista

Jorge Isaacs quien retrataba

De Efraín y de María

¡La ternura allende el Dagua!

Cuando muera solo pido

Que me lleven a mi casa

En el plan reverdecido

Donde el sol besó mi alma.

Bajo el techo en que mi madre

Cuando niño me arrullara;

Y aprendiera de mi padre

¡El valor que me enseñara!

Dagua, Dagua, florecida

Tan hermosa como amada

Doy por ti toda mi vida,

Mi canción más inspirada.

La ilusión de mis renuevos,

Y el abuelo que formaba

En tus valles mundos nuevos

¡Con sudor en marejada!

Que tus jóvenes aprendan

A llamarte idolatrada…

Y si el tiempo se los lleva

Que no olviden tu cañada;

Y los traigan tus cultivos

Con su miel almibarada,

Y el mochuelo con sus trinos

¡Que dan vida a la mañana!

Dagua, Dagua, florecida

Tan hermosa como amada

Eres tierra consentida

¡Por un pueblo que te ama!

Cuando llegue aquel momento

Que mi vida terminara,

Vibrará en el firmamento

¡Mi canción altiva, Dagua! 

Autor: Nabonazar Cogollo Ayala 4/06/2023

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS