Un barco a la deriva

A lo largo de mi vida en muchas ocasiones me he sentido así… como un barco a la deriva, sin dirección, sin capitán, sin destino, con muchas ganas de hacer de todo pero a la vez no hacer nada, hubo cambio de capitán cuando cumplí la mayoría de edad porque ya nadie me iba a decir que estudiar, que hacer con mi vida, yo tenia que tomar el mando de mi barco ya nadie podía tomar decisiones por mí, era tiempo que yo decidiera que estudiar, que hacer…

Estudie un trimestre relaciones internacionales, un semestre mercadotecnia y todo en busca de mi pasión, porque no tengo un talento o habilidad en específica, solo tengo perseverancia y esfuerzo en aprender de todo un poco, pero sin tener una habilidad es difícil concentrase en una meta, o sea, en una carrera que sabes que es lo que te gusta, que sabes que eso te apasiona, en mi caso no hay ninguna lo cual a veces es triste y decepciona un poco porque vez que todos tienen un destino fijado y tú aun piensas en zarpar del puerto y haz buscado y probado hacer esto o lo otro pero en tu cabeza rebotan las palabras de tu padre “No puedes ir por la vida metiéndote en carreras y luego dejándolas” lo cual no te ayuda de mucho porque no quieres decepcionar a tus padres que se han esforzado mucho para que tengas más oportunidades que las que ellos tuvieron y que haces cuando haz intentado..?

Sabes que tienes que hacer algo para buscar un destino porque te presionan por todos lados, pero que haces…

Que haces cuando ni tu mismo sabes a donde ir o que hacer cuando ya no quieres seguir intentando, cuando llevas toda la vida buscando tú propósito y aún así vez para atrás todo el recorrido que has hecho y te encuentras que vas en círculos siempre regresando al mismo lugar, solo tienes claro que quieres obtener un titulo o algo para sentir que todo ha valido la pena y hacer sentir bien a tus padres y que ellos vean que han hecho una buena inversión en ti.

Buscas hacer lo mejor para ti, pero aún no encuentras eso que te apasiona, muchos proyectos que al final abandonas o no intentas porque no tienes el suficiente valor.

Consejo: Si te sientes como un barco a la deriva, empieza por hacer una lista de las cosas que te gustan, de lo que no, de los proyectos que haz abandonado o no han resultado, de los que quieres intentar y prepárate en el campo de esos proyectos e intenta uno de esos debe ser el que te guie hacia ese destino. Pero la clave es perseverar seguir intentando hasta encontrar ese destino el propósito por el cual estas acá en la tierra, la mayoría de tesoros e increíbles lugares no se han descubierto teniendo un rumbo trazado, la mayoría se ha descubierto teniendo la noción de como llegar, debes de empezar a tomar el mando de tu barco nadie más lo hará por ti ni aunque lo intenten, porque debes ser tú el que guie el barco, aprender y disfrutar de la aventura del viaje.