Ni tú ni yo lo sabíamos pero, aquella lluviosa y fría noche de abril nos veríamos por última vez. En mi memoria casi fotográfica está grabada la escena, puedo verte aún sentada junto a mí en aquel banco debajo de un árbol, traías el cabello húmedo por las gotas de lluvia que habían caído sobre ti. Recuerdo aún esos hermosos ojos azules mirándome fijamente y esos labios rojos tan perfectos frente a mí. Todavía puedo sentir el sabor amargo de aquel estúpido, sí, aquel estúpido y mil veces estúpido afán de rehusarnos a expresar físicamente todas las caricias y besos en las que nuestras mentes estaban inmersas. Fuimos tan cobardes, ¡maldita sea, tan cobardes! que preferimos perder, aun teniendo todo para ganar.
R.P.S. |
Es mi primer escrito aqui, espero les agrade, sé que tengo muchos errores que corregir. ¡muchas gracias!
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