Acostumbrarme a tu ausencia
Hábito imposible de lograr;
Día y noche añoro tu presencia
Vivo buscándote en todo lugar.
Como agua entre mis manos te fuiste,
Ni mil suplicas te pudieron detener;
Fugazmente de mi vida desapareciste
Dejando dolor que no puedo contener.
Que difícil acostumbrarme a tu ausencia,
Que difícil habituarme al «deber ser»;
Porque aunque mi cerebro lo razona,
Mi alma solo insiste en volverte a ver.
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