(Tu) arte del desamor

Yo recuerdo tu arte, muchacha: dibujas sonrisas entre gente que no conoce tu morbo

Y hacés que esperen una mutua sonrisa. Solo la obtienen cuando la mueca inocente da media vuelta hacia abajo

Yo reconozco tu arte, está entre hombres que idiotizas, entre amistades que crecen rotas

Entre crepusculares amoríos, entre el esperar de tus sonrisas -y que realmente sonrías-.

Nunca nada llega, el oscuro de una ribera devuelve la sed de beberte, la embotellada agua mineralizada vende la sed de beberte

¡Todo es beberte! ¡pero sos barro! ¡sos barro sobre una botella en el río vacío!

Yo sé a quien va dedicado tu arte, va a aquella atención que te prestan todos para que no digas nada -o nada importante-

chistes idiotas que solo le dan falsa gracia a los hombres, y aunque sabes que no se ríen de verdad, seguís haciendo tu arte: dibujar sonrisas en gente que no conoce tu morbo.

Yo veo tu arte en los lienzos, amores y amistades rotas, destellando lagrimas alrededor de la madrugada, con un mensaje final, largo como la esperanza. Si se callan, escucharán el llanto matutino.

Y los lienzos están cansados de brillar tenues a tu alrededor, como piezas de corazones rotos que coleccionas para hacer el tuyo. Pero no existen suficientes fragmentos para llenar el vacío en tu pecho.

Yo entiendo tu arte, si bien de mis noches soy dueño: Siempre las quiero observar caer con vos, dando vueltas sobre la creación efímera del amor.

Porque somos chispazos de amor en un corto circuito.

Te quiero decir que recuerdo y reconozco tu arte, que sé a quien va dedicado, que veo tu arte en los lienzos y dibujas una sonrisa en mí, solo que no espero mutualidad: yo entiendo tu morbo, o tu arte… es lo mismo.