Tres ideas breves sobre «La metamorfosis» de Franz Kafka

Tres ideas breves sobre «La metamorfosis» de Franz Kafka

M. S. Piñeiro

08/06/2025

Después de haber terminado de leer La metamorfosis de Franz Kafka, he conseguido arrancar algunas ideas del texto. Esta es mi interpretación sobre las 3 cuestiones más relevantes que he encontrado.

  1. Par aceptación-rechazo a la circunstancia: Gregorio Samsa, en muchos sentidos, podía ser un ejemplo a seguir por algunas personas de mi sociedad, en contraposición al comportamiento de su familia, y especialmente de su padre. Gregorio acepta, y en torno a la segunda parte, disfruta de sus nuevas capacidades y se habitúa a su nueva vida, asumiendo (bajo mi interpretación) que se va a quedar en ese estado hasta el resto de sus días. Él se acepta tal y como es, si no sale de su escondite cuando recibe visita es para no perturbar al visitante. Por el contrario, la familia se fija en la superfluidad de la apariencia, y pese a que Gregorio no tenga forma humana, no significa que no mantenga el resto de sus características como humano, de hecho, más bien al contrario. Es capaz de entender y expresarse mediante el lenguaje, siente la soledad y la tristeza como el resto, y aunque sus gustos están algo cambiados, posee una memoria que le permite acceder a su humanidad y a su relación con el resto. Esto se enlaza con la circunstancia, pues si del protagonista dependiese, este cambio jamás se hubiese dado. Él no había elegido ser esa cosa, por lo que juzgarle carece de sentido (al igual que ninguna familia deja de hablar a su hijo tras descubrir que tiene síndrome de Down, por ejemplo), sin embargo, parece que la mayoría de males que sufre es debido al rechazo a la circunstancia de la familia. En mi sociedad, sucede mucho esto: discriminación a los homosexuales, discriminación a los negros, discriminación a la mujer y al hombre, discriminación a los bajos y a los altos…
  2. Los verdaderos parásitos de la familia: Antes de su transformación, la familia de Gregorio vivía muy cómodamente debido a su trabajo, pero cuando este queda indispuesto, el resto de la familia se tiene que poner a trabajar para abordar los gastos de la casa. Desde esta perspectiva, y con una segunda lectura, nos damos cuenta de que, aunque en forma era Gregorio el parásito, en el fondo encontramos el fraude del padre, que fingía una indisponibilidad laboral que se desvanece cuando la situación lo requiere. Según el texto, pasa de ir encorvado y con bastón a lanzar manzanas enérgicamente contra aquel que le procuró un bienestar, de hecho, justo en esta escena, el autor describe como el pequeño insecto se cansa mucho más rápido que el padre en la persecución, y aunque esto es lógico, creo que hay cierto simbolismo en esta situación. Tanto la hermana como la madre, por otro lado, también se disponen al trabajo, pero como este libro es del 1915, no se daba por hecho que las mujeres debían de trabajar, por lo que fue principalmente el padre el que vivía del cuento. Además, para afrontar más fácilmente la nueva situación económica, la familia alquila parte de la casa a 3 hombres muy maleducados. Me llamó especialmente la atención un diálogo que tiene consigo mismo el protagonista: «¿Sería una fiera si la música le emocionaba tanto?» —Franz Kafka, La metamorfosis (Ediciones Busma, S.A., 1915), p. 68—, mientras se fijaba que los nuevos huéspedes despreciaban la música del violín de la hermana. Este es un verdadero rasgo de humanidad y empatía que conserva el protagonista que no se me pasó por alto.
  3. Simbología con los muebles: Hay un momento en el texto que se dice lo siguiente: «Seguían empujando pero, al cuarto de hora, la madre dijo que sería mejor dejar el armario donde estaba antes, porque, en primer lugar, pesaba demasiado y no podrían acaban antes de que llegara el padre, y tampoco lo podían dejar en medio de la habitación, pues obstruía el camino a Gregorio. En segundo lugar, dijo que no estaba segura de que se le hacía un favor a Gregorio quitando los muebles. A ella le parecía que todo lo contrario. La pared desnuda a ella le oprimía el corazón. ¿No le pasaría lo mismo a Gregorio, pues estaba acostumbrado a los muebles, y no se sentiría muy solo en una habitación vacía? ‘¿Y no será’, añadió en un susurro —como para que Gregorio del que ni sabía donde estaba escondido, no oyese el tono de su voz, ya que estaba convencida de que no entendía sus palabras—, ‘no será como si, alejando los muebles, diéramos a entender que hemos perdido toda esperanza y que lo abandonamos? Creo que sería mejor dejar la habitación tal y como estaba, para que cuando Gregorio vuelva a nosotros lo encuentre todo normal y así le sea más fácil olvidar lo pasado’. Al oír estas palabras, Gregorio comprendió que la falta de todo diálogo directo con los humanos, junto con la vida aislada en medio de su familia, le debían haber trastornado el juicio, pues de otra manera era inexplicables que hubiese podido desear seriamente que vaciasen su habitación. ?Tenía realmente ganas de que su cálida habitación amueblada con muebles heredados, se convirtiese en una cueva donde, efectivamente, podría arrastrarse en todas direcciones pero a costa del total olvido de su pasado humano? Ya de por sí estaba a punto de olvidar, la voz de la madre le conmovió. ¡No había que sacar nada! No podía prescindir de los efluvios de los muebles; aunque los muebles le estovaban en su ir y venir, esto no era un perjuicio sino una gran ventaja.» —Franz Kafka, La metamorfosis (Ediciones Busma, S.A., 1915), p. 55— creo que queda bastante manifiesta la simbología que tienen los muebles. Pese a que Gregorio ya no es un humano, no quiere perder los elementos que le hacen estar enlazado con su familia, y aunque esta no suela colaborar, él sigue insistiendo, de hecho, por eso se desmaya la madre. Justo con la retirada de algunos muebles, vemos que hay un punto de inflexión, y la relación de la familia con el protagonista se torna menos humana. Por ejemplo, ya la hermana no entrega la comida personalmente al escarabajo, si no que la barre por debajo de la puerta, dando la sensación de que es algo que nadie quiere, para alguien a quien ya nadie quiere.

Desde luego, hay muchos más temas que se pueden comentar, pero no me parecen tan interesantes; estos son: lo irónico que es que la nueva sirvienta no la repugne Gregorio, lo feliz que se siente la familia tras la muerte del insecto, que justo cuando se dan cuenta de su muerte examinen lo delgado que estaba, la muerte por pena en vez de por hambre…

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