Todo lo que comienza eventualmente termina

A veces acaba de la peor forma posible

Lo que una vez fue un fuego implacable,

Se convierte en una simple ceniza a punto de desaparecer por el viento.

Y querida mía, nuestra historia dejó de contarse hace mucho tiempo.

Ahora solo quedan brazas de lo que un día fueron llamas eternas.

Pero está bien, tenía que pasar.

Es algo natural que el hombre busqué en cielos ajenos algo que dejó de sentir hace mucho.

De ahí la ironía de buscar la felicidad en otra parte, menos en nosotros mismo.

Te di mi amor, tiempo y cariño.

Y sin que nadie lo notase, lo fuiste cargando poco a poco,

Llevándolo a un callejón sin salida, y ahí lo dejaste a su suerte.

La cual no es mucha.

De forma directa cortaste con nuestra relación

Y de forma indirecta clavaste dagas en mi corazón para que muriera agobiado.

También comprendo que cambiaste toda y que buscas arrancar mis recuerdos en ti.

Pero quiero que comprendas una cosa:

«Si tú me llegas a olvidar, no te preocupes por mí»

Puesto que yo también te olvidaré.

Sin embargo, si me vuelves a buscar con esos ojos afables que tanto te caracterizan

Quiero decirte que a esa hora.

Y en ese punto iré a encontrar nuevamente tu amor.

Puesto que mi amor se repite como un ciclo interminable de dulzura implacable.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS