Texto diurno

Texto diurno

S. Crim

21/09/2020

Texto diurno

Y luego de mucho tiempo de meditación y pensamiento, las historias ya lograban escurrir fuera de mi. Era entonces, que podía empezar con aquellas que hablaban de amor, tristeza y odio; o aquellas que hablaban del miedo, terror y angustia ; o quizás de aquellas que hablaban del futuro, imaginaciones y exploración de lo desconocido; había también historias abstractas, difusas y problemáticas.

Así y como muchas otras salían de mí, como si fuese yo, un manantial de inagotables historias. El problema estaba en el recorrido. ¿hacia donde se dirigían estas aguas?¿había acaso un recorrido ya existente?.. quizá solo eran las primeras gotas de expresión artística, y quizá solo debería dejarlas recorrer el camino que ellas quisiesen. Había entonces ya un pequeño plan. – Dejarlas ser ellas mismas y observarlas…

Había recordado entonces, al escribir esas palabras en este pequeño momento, ese lugar tan extraño ahora. Solo lo describiré, espero lograr que la imagen llegue con ustedes tan intacta como fuese posible.

  • La época de lluvia en esas tierras además de todo lo verde, también traía excesos. Excesos de la misma naturaleza, la pequeña garua pronto se transformaba en extensas aguas caídas con violencia y frenesí, estas (gotas) podían transformar el pequeño riachuelo con aguas cristalinas en caudalosas e inmanejables movimientos de ríos, pareciese que la tierra fusionadas a ella pudiesen cambiarlo todo a su impredecible antojo. Un pequeño de quizás 10 años, viendo ante sus ojos estos cambios abruptos, se lanzo venturoso a rescatar su pequeño barco que quedo encallado empujado por las aguas cafes violentas que empujaban el pequeño barco. Los remolinos creados por estos movimientos violentos de agua, al menos ya dibujaban pequeños trazos de predicción del movimiento de las aguas.
  • Salvar lo mas importante para él requería de acción inmediata y valentía, el pequeño va gritando corajudo y valiente. Es gracioso, resbala al dar el cuarto paso, resbala pues el pasto ya estaba muy mojado. El niño se moja y llora avergonzado, ignora y olvida el pequeño barco. Regresa a casa, inundado como el escenario, en búsqueda del sentimiento correcto para expresarlo; no lo encuentra.
  • Hablemos entonces del pequeño barco, sucede que el agua lo mueve y logra sacarlo del encallado, va entonces este objeto inanimado a su aventura, moviéndose de derecha a izquierda, da tumbos da giros. Logra dibujar el movimiento, y cual bravo marinero, logra sobrevivir a todos esos embates, viaja por el nuevo riachuelo. Los sonidos de truenos y el ambiente tardío, ayudan aun mas a conmemorar el viaje hacia ese oscuro y desconocido final.

El pequeño luego de secarse las lagrimas, recuerda a su pequeño amigo, lo acompaña en su imaginación. Lo ve dirigiéndose con el rio, lo ve luchando con bravura, lo ve dejando de ser ese pequeño barco, se transforma como el riachuelo. Ahora es un enorme barco luchando en el océano oscuro. El niño sonríe y es feliz, los dos son felices; el barco en el océano y el niño en su imaginación.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS