TERAPIA GRUPAL

TERAPIA GRUPAL

Zarala

18/04/2020

TERAPIA GRUPAL

Vivo en un quinto piso de un edificio de los años 70. Entonces no había ascensor. Todo el mundo era joven, con huesos y músculos sanos. Lo de ser una sinascensor se me terminó hace poco. Después de estar batallando por ponerlo durante diez años, lo conseguimos. ¡Más mono que es! Con su hilo musical y su pantalla, emitiendo noticias neoliberales de El Economista, pero me da igual.

Ahora ha llegado esto y me veo obligada a serle infiel a mi querido ascensor, subiendo y bajando las escaleras cuatro veces al día para hacer ejercicio. No quisiera acabar como una tía de mi madre que, con sus voluminosos abrazos, te dejaba fatal.

Creo que llevo bien el confinamiento. Por las mañanas teletrabajo con mi telealumnado del instituto. Resulta que estudian más que antes y me tienen loca con las preguntitas. Por las tardes me dedico a subir los índices de lectura. Por las noches, me pongo alguna serie o película, como todo Cristo o Crista.

Paralelo al del claustro, hemos creado un grupo de Whatsapp llamado Apoyo emocional. La orientadora se inventa juegos para entretenernos. El último es un concurso de cosas feas de la casa. Hemos puesto las fotos. Me quedo muerta al ver lo que almacena la gente: la mayoría son regalos indeseables que da cargo de conciencia tirar. Hoy estamos votando por la ganadora.

El martes debía ir al súper. Tenía miedito de pillar el virus, así que pedí apoyo por el grupo emocional. Les dije “ ¡Deseadme suerte! “ El jefe de estudios interpretó que quería encontrarme por la calle a algún policía de esos que te alegran la vista. De esa manera, gracias a él, escondí el temor al bicho y lo sustituí por maquillaje. Me puse bien guapa… ¡Pero no hubo suerte! En mi barrio la gente es requetecivilizada
y no hace falta tener a todas horas a las fuerzas de seguridad patrullando.

Con quien sí tengo esperanzas es con el vecino de balcón. Nos estamos conociendo. Os dejo ya, que van a dar las ocho…

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