Sentí su mirada como si estuviera desnuda, no solo de cuerpo sino de alma, no había nada que decir las palabras sobraban para saber que el me deseaba y que imaginaba mi pecho cálido y desnudo en encima de el, pude ver con claridad como su respiración se agitaba cada vez que yo mordía mis labios, es como si el imaginara lo que haría con los suyos…. – toca mis senos y  mete tus dedos en mi vagina hasta que estos se llenen de placer, quiero sentir tu miembro duro entre mis piernas y desearlo tanto que estas se abran para recibirle, no sabia si lo estaba pensando o gritando, pero me escuche gemir  – empújame a la pared, aprieta mis muslos con la fuerza con la que me penetras; gritaba mi mente, tu respiración rápida, tus mordidas en mi cuello, tus dedos tocando mi clítoris, mis gemidos, mis pezones duros rosando la pared fría, aaah¡¡ …  Desperté, sola en ese lugar, te habías ido, tal vez yo y mi alma promiscua habían imaginado esa falsa mirada, para crear una escena tan erótica que era difícil no querer darle vida, solo espero algún día encontrarte de nuevo, tal vez yo me acerque a ti y la fantasía se vuelva una realidad. 

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS