En verdad amo el momento cuando él y yo empezamos a decirnos con roses de labios, lo que sentimos, frases silenciosas que terminan en un beso apasionado, el que nos hace despertar en los secretos de nuestras mentes las ideas más pasionales, sus labios encajan perfecto con los míos, su sabor es algo inexplicable, el movimiento es lento como cuando una ola regresa al mar, pasan los segundos y ambos queremos más, toca mi cabello y sé que no es lo único que quiere tocar, besa mi cuello y sé que no es lo único que quiere besar, regresa a mis labios como cuando olvidas algo en casa, tomo sus manos y las llevo cerca de las zonas que lo extrañan a cada segundo de día, pero él me lleva a la era medieval con sus torturas, deslizando sus dedos, tocándome de la manera más suave, por micro segundos, me siento segura de que sus manos tocarán mis zonas más erógenas, pero el regresa al punto donde empezó, dejando sembradas las ganas y el deseo en mi, me toma de la cintura y me acerca a su cuerpo, mis senos están tan próximos a su pecho, que la expresión facial le cambia por completo, sus mejillas son más rosadas y el calor de su cuerpo se empieza a elevar, yo quiero más de él, mis manos suben por su espalda, que es una de las zonas que más me encantan de él, encajo un poco las uñas, sin lastimarlo, sin hacerle daño, pues él me está dando las sensaciones más placenteras de este momento que se aproxima tener un desenlase sexual, él me besa como si supiera que yo no quiero besar a nadie más, sabe que acelera mi respiración y ritmo cardíaco, mis sentidos se agudizan, tiene el mismo efecto sobre mi que cualquier droga que provoque este estallido de sensaciones, su lengua recorre mi cuello, sus labios besan mis hombros, sus manos entran por debajo de mi blusa y me toca, el aire escapa de mis pulmones, recorre mi espalda, me toma de los glúteos y me acerca más a él, es ese justo el momento donde siento lo que yo provoco en él, su sangre ha viajado por cada una de sus venas y se ha concentrado en esa parte que quiero dentro de mi, suavemente lo toco, hago presión y algunos movimientos sugerentes que hacen que se escape de su boca un extraño sonido que hace que mi piel se erice, lento quita mi ropa, dejando a la vista la lencería que elegí pensando en él, imaginando sus manos sobre mi y es mejor de lo que pensé, me observa y no hay mirada que me exprese tanto como la que tengo frente a mi.

Recorre suavemente mi cuerpo con sus labios, disfrutando de ese momento, desabrocha mi sostén tan hábilmente, dejando al descubierto mis pechos, sé que al verme no puede resistirse, pues los toca y besa como nadie nunca lo ha hecho, haciendo un balance perfecto entre fuerza y delicadeza. Comienza a formar un camino con sus labios húmedos, conjugándolos con su lengua, baja poco a poco y con sus dientes, toma mi ropa interior y comienza a quitarla, me coloca sobre la cama, abre mis piernas, y comienza a comerme, su lengua me recorre y llega a zonas donde descubro sensaciones mágicas, hace que me moje a el nivel perfecto para recibirlo dentro de mi, pero no antes de que yo haga lo mio con mis labios, lo tomo en mis manos, me acerco y dejo que sienta la temperatura de mi boca, lo introduzco despacio, y con mi lengua hago círculos en la parte de arriba, sin avisarle lo meto completo conjugando ritmo, humedad y presión, subo y bajo, y topa en mi garganta, comprendo que no se puede controlar, su cuerpo quiere explotar, pero ambos nos contenemos, lo recuesto sobre el sofá, me coloco sobre él y lentamente me empiezo a sentar y me penetra suave, mis caderas se empiezan a mover como si supieran que es lo que él quisiera, me toma de la cintura marcando un ritmo, cuando lo he comprendido sube a mis senos, su expresión hace que no me pueda controlar, no quiero parar, se incorpora un poco para besar mis hombros, mi cuello, todo lo que queda frente a el, me abraza, me dice con sutiles palabras que me quiere, siento su respiración, quisiera probar otras posiciones, pero el tiene esos ojos, esa mirada y esa voz, sabe que para mi es suficiente y que estoy resistiendo lo más que puedo, me frena de golpe, toma mis caderas y se empieza a mover, en pocos segundos, mi piel desde mi cintura hasta el cuello se eriza y mi cabeza explota y me sacude de regreso hasta mi punto G, su cuerpo y el mio juegan en un va y ven, se concentra en mi placer, se asegura de que lo disfrute y ahí es cuando se permite estallar, yo caigo rendida en su pecho, me falta el aire, las fuerzas y no siento necesidad de quitarme, siento que no puede haber momento más perfecto, con la poca fuerza que me queda alzo la cabeza y me da un beso, uno chiquito, que parece que disfraza de ternura los minutos que acaban de pasar, vuelve a tocar mi cuerpo con sus manos y me abraza…

quiero disfrutar de esto y mucho más, por más tiempo, lo quiero conmigo, no tengo que preguntarme si lo amo, yo sé perfectamente lo que siento y es dificil de explicar, pero quiero más amaneceres con él, amaneceres donde se encarga de que no olvide lo que vivims una noche anterior y no importa lo salvaje que pudo haber sido, sé que lo que siente por mi no lo voy encontrar en nadie más.

Dedicado a: DECB.

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