¿su crimen?

“No lo puedo creer hoy es tu boda” eso dijo mi madre cuando me despertó para desayunar, y si, hoy me caso, con alguien que no conozco y aunque muchos dicen que soy afortunada por encontrar un esposo no es como yo lo veo, verán me llamo Marianna y tengo 15 años, soy de España pero mis padres decidieron que era buena idea irnos a vivir a Nueva España para “vivir mejor” cosa que la verdad no paso. Desde el momento en que llegamos mi papá hizo lo imposible por conseguirme un esposo rico y lo logro, lo que nos lleva a este momento el día de mi boda. Como era de esperase mi vestido es horrendo pero al menos me queda bien; camino a la iglesia me empiezo a poner más y más nerviosa y la verdad tengo un poco de curiosidad por saber cómo es mi esposo. Entrando a la iglesia veo que esta llena de gente que ni conozco lo cual me pone aun más nerviosa y al ver a mi prometido casi me da un paro cardíaco, es un señor de unos 25 años no es feo pero se ve muy molesto y da miedo, mucho miedo. Terminando la ceremonia oficialmente era una mujer casada y como normalmente sucede en una boda hicimos una fiesta. Llegando al lugar de la fiesta me doy cuenta que no he hablado nada con mi esposo así que decido hablarle, “hola” le digo pero el no me contesta lo cual me molesta así que lo dejo y me adentro en la hacienda de mi padre para la fiesta. Todo era muy normal hasta que se me acerca Diego o mas bien el padre Diego, el es un joven de mas o menos 28 años con el cabello castaño y chino, los ojos cafes claro y muy guapo, el es el padre de la capilla de la hacienda de mi padre por lo cual lo conozco muy bien. La verdad siempre he estado enamorada de él pero es padre y la religion no lo permite, se sienta alado mío y empezamos a platicar. Se acaba la fiesta y todos se van excepto él. Después de un silencio medio incomodo el dice algo que me sorprende “¿alguna vez has estado enamorada de alguien?” , la verdad no sabia que contestar pero le dije que sí y él me dijo “ La verdad yo me enamore de alguien con quien jamas podré estar”, me miro a los ojos y me beso. Yo no sabia qué hacer o decir así que deje que me besara, en eso se escucho como se rompía una botella, era mi esposo furioso por lo que vio. Estaba aterrada así que no supe qué hacer, el grito “METETE A LA CASA” yo lo obedecí y corrí hasta mi cuarto, me encerré y rece para que no me pasara nada malo por mí pecado aunque sabia muy bien lo que me esperaba. Al día siguiente llego alguien del Tribunal del Santo Oficio para llevarme a mi juicio, llore y le rogue a mi esposo que me ayudara pero él no hizo nada, estaba aterrada por que no sabia que castigo me iban a dar. Me enjuiciaron, mi sentencia fue tormento de agua, en cuanto lo escuche llore tanto que no podia ni ver a dónde me llevaban. No sé cuántos escalones baje pero estaba exhausta, al terminar llegue a una puerta la abrí y había un señor de aspecto horrible que me amarro y me torturo. No les contare a detalle pero sufrí mucho y en ese sucio calabozo morí. Así que mi crimen fue dejarme llevar por un momento de pasión, ¿su crimen? acecinar a muchas mujeres, niñas, niños solo por un momento de debilidad.

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