«SOY»
Solo existe un instante preciso en el que el alma te abandona para volar libre y retornar renovada. A veces somos incapaces de sentirlo, negándonos a vivir ese viaje maravilloso.
«Once de la mañana, el sol sigue el camino hacia su cénit dejando su peculiar estela de diamantes juguetones a caballo de las pequeñas olas. La cálida arena bajo mi espalda, es un reconfortante masaje. Un millón de microscópicos deditos acariciando mi piel y transportándome a un estado de letargo maravilloso. Una y otra vez, las suaves olas llegan a la punta de mis dedos interpretando una rítmica sinfonía y acunándome; no se puede pedir más. Perdida en ese maravilloso spa natural, me dejo llevar. Soy arena empujada por la brisa, viajo hasta el infinito, me amontono y soy duna, me desmorono y soy polvo liviano. La marea moja mi pelo, puedo sentir la espuma entre mis dedos. Soy agua, remolino de espuma en la orilla, ola a la deriva en alta mar, galerna contra el acantilado que me transforma en miles de gotitas que trepan por cada rallo de sol. Soy diamante, soy ave, soy arcoíris, soy nube, soy lluvia en caída libre, soy océano, soy espuma en la cresta de una ola, soy un eterno abrazo con la tierra, soy calma, soy paz, soy luz, soy amor, soy…»
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