“somos la fuerza de la juventud»

Que nuestra voz no sea silenciada, ni por balas, ni por miedos, ni prejuicios, por nada. Que sea nuestra mirada, nuestra rebeldía y nuestras ganas el arma con que exterminemos la guerra. Nuestros puños efervescentes acariciarán al firmamento, las voces al unísono expresarán viraje, los pies irán por la misma vía, y nada más que la vida importará en este viaje.

No permitamos que nuestras palabras se vuelvan inaudibles, y en cuanto sea posible, disfrutemos cada día.

Emancipemos nuestra revolución, hagamos contubernio con nuestra sabiduría. Levantémonos del pavimento, caminemos por los mares, vislumbremos desde el alba un horizonte melódico, permitamos que nuestra presencia para quienes están de nosotros cerca se vuelva un hecho epico.

Seamos libres, que nada nos ate.

Vistámonos de mil colores.

Que nuestra sonrisa nada ni nadie la mate.

Caminemos, no le demos permiso a la desgana de entrar en nosotros, siempre caminemos.

Atisbemos con detenimiento los carriles del entusiasmo.

Que la paz, el amor y las utopías colonen las calles de nuestra lozanía, que la música resuene en nuestros días, que nuestros sueños realizados constantemente generen espasmos. Que nuestro camino jamás se cimiente de pesimismo, que por nada del mundo dejemos de ser nosotros mismos, que ni uno más tenga miedo de salir a las calles, que seas nosotros y nuestra perseverancia, para el mundo el mejor detalle.

Que valga la pena nuestra lucha,

Que este sea por fin, un momento de luz,

Que llevemos el orgullo de decir: somos la fuerza de la juventud.