Creo que hemos dejado en tercer lugar nuestra felicidad en tiempos de tecnología y locura, solo piensan que únicamente pueden ser felices en las vacaciones, pero tambien podes ser feliz dejando los platos para lavar en otro momento y elegir mirar una película con tu familia o jugar un juego mientras comen en vez de estar mirando la tv (que de hecho no tiene nada bueno para mostrarte solo ves amargura y tristeza)o los teléfonos, ahí es donde cada uno puede hablar de cómo le fue en su día, que problema tuvo, etc. Solo prestarle atención a lo más importante que son las personas que conviven con vos el día a día. Creemos que las personas son para siempre pero no lo son, las personas cambian y evolucionan, dejan de gustarle ciertas cosas y se van. Hagamos que esas personas que realmente importan se queden con nosotros.

Le echamos la culpa al estrés, al poco tiempo que tenemos, las cuentas que hay que pagar, el matrimonio,etc.

Doy por hecho que el matrimonio es un trabajo en equipo de día a día, ambos tienen que participar de la cocina, la casa y los niños. Ahí está la clave para que un matrimonio funcione ser un equipo y ante todo la comunicación, sin comunicación no hay nada más que hacer en esa relacion, por que la comunicación es la herramienta que tenemos para expresar y dar a entender nuestros sentimientos o pensamientos a tu pareja y dar lugar al otro a que te ayude, pero lamentablemente no la sabemos utilizar bien.

Vivimos corriendo por todos lados, no descansamos, el cuerpo no te da más, la mente, se te pierde. No nos damos cuenta pero el cansancio te va comiendo de a poco. Te afecta físicamente y luego mentalmente; es como si fuera un cáncer que nunca termina hasta que decides ponerle un freno haciéndonos cargo de nuestras elecciones y agarrando nuestras vidas en nuestras manos, porque somos los protagonistas de nuestro cuento y tenemos la responsabilidad de que ese cuento sea maravilloso. No para los demás, si no para nosotros. No nos han enseñado a vivir en paz,comer saludable, elegir lo que nos hace realmente y de corazón feliz. La felicidad es la clave de todo.

Estamos desenfocados de la realidad, nos han atrapado con tanta facilidad de conseguir todo lo que uno quiere a un simple click, que nos olvidamos del entorno, pero no nos damos cuenta de que estamos siendo adictos a la tecnología, en el trabajo, en la mesa, en el baño, en la cama. Por donde sea hay tecnología lo más triste es que estamos criando hijos adictos, nos creemos con derecho de retar a nuestros hijos por estar todo el dia con el celular y no hacer las cosas que uno les pide, la culpa es nuestra, nosotros como padres deberíamos estar castigados por eso, ellos no tienen la culpa de que nosotros le estemos haciendo un mal. Nuestra única responsabilidad como padres es hacer que nuestros hijos sean felices, que jueguen, que pongan en marcha su mente y que sean mejores que nosotros mismos.

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