Socialismo como transición, al comunismo o capitalismo.

Socialismo como transición, al comunismo o capitalismo.

Desde hace mucho tiempo ya, el mundo ha dado cuenta de grandes desfalcos o poca transparencia de ciertos políticos a nivel mundial, ocultando sus riquezas en paraísos fiscales, con el fin de evadir impuestos o recibiendo dinero de empresas cuestionadas por su transparencia y ética. Esto con el fin financiar sus campañas para ascender al poder. Será que esto ya se ha esparcido con tanta fuerza por el mundo, como una especie de pandemia, la cual enferma a la sociedad, al punto de perder la confianza en sus líderes, puesto que la gente que está «capacitada», para sacar al país adelante, desarrollando políticas públicas, crecimiento económico, sanitario, ambiental, etc. Se ve envuelta en escándalos, asociados a la acumulación exorbitante de riqueza.

Durante la vida republicana de Chile, país en el que vivo, ha existido una rivalidad enorme entre derecha e izquierda, la cual se agudizó por el golpe militar comandado por el General Augusto Ramón Pinochet Ugarte (1973-1970), en paralelo nuestros vecinos también eran gobernados por las juntas de facto correspondientes a cada país. Desde entonces en Chile, debido a las consecuencias fallidas de la instauración de un modelo socialista «a la chilena», con gran injerencia de los pensamiento de la corriente leninista. Los militares adoptan un modelo completamente contrario al impulsado por el depuesto presidente Salvador Guillermo Allende Gossens. Acabando con todos los vestigios de socialismo y prohibiendo durante 17 años cualquier tipo de manifestación, reunión u otro referido a practicas de la ideología socialista o comunista en Chile.

Terminada la dictadura el año 1990, asume el poder el Demócrata-Cristiano Patricio Aylwin Azócar, como líder del proceso de transición, vuelve a sesionar el parlamento chileno, los partidos políticos vuelven a reagruparse y ya alejados de los vestigios de la dictadura cívico-militar, es que muchos de estos partidos toman gran popularidad en muchos sectores de Chile, creando un pacto o coalición de partidos llamado «Concertación» el cual agruparía a una cantidad de partidos social demócratas, liberales y comunistas. Esta coalición gobernará Chile ininterrumpidamente durante los años 1990-2009 instalando en el poder ejecutivo a políticos como, el antes nombrado Aylwin Azócar, Frei Ruiz-Tagle, Lagos Escobar, Bachelet Jeria (esta consiguiendo un nuevo período en la actualidad 2014-2018). Todos estos por supuesto, comprometidos a acabar con las herencias de la dictadura en materia; económica, educacional, legislativa, etc.

De esto ya han pasado casi 27 años, del fin de la dictadura cívico-militar y el país en vez de avanzar, sigue tal cual, quizá con mayor tecnología y otros, pero amarrados por la desigualdad y falta de oportunidades. Cito ejemplos de estudiantes endeudados a 20 o 40 años pagando créditos entregados a la banca privada (por el gobierno de Ricardo Lagos), para que los jóvenes accedan a la universidad. Abuelos con pensiones miserables que apenas superan los 100 dolares mensuales, más encima con una salud casi impagable y remedios solo al alcance de una clase social acomodada. Podemos también decir que Chile es el único país del mundo en el cual el agua pertenece a capitales extranjeros, donde además de entregar un servicio deficiente, controlan el monopolio.

Es increíble que cuando los partidos agrupados en este pacto se fundaron, lo hicieron inspirados en las revoluciones bocheviques rusas, las cuales aspiraban a conseguir derechos sociales y laborales justos para los trabajadores y sus familias. Como no recordar a destacados miembros de esto partidos, como el simpatizante del partido Radical y presidente de la república Pedro Aguirre Cerda, quien fundó la (CORFO) para fomentar el crecimiento del país, además de reformar la educación chilena y cito palabras de su discurso presidencial; «Para que la enseñanza pueda cumplir su misión social con toda amplitud es necesario que sea: gratuita, única, obligatoria y laica. Gratuita, a fin de que todos los niños puedan beneficiarse de la cultura, sin otras restricciones que las que se deriven de su propia naturaleza; única, en el sentido de que todas las clases chilenas unifiquen su pensamiento y su acción dentro de las mismas aulas escolares; obligatoria, pues es deber del Estado dar a todos los miembros de la sociedad el mínimo de preparación requerido por la comunidad para la vida cívica y social; laica, con el fin de garantizar la libertad de conciencia y hacer que nada perturbe el espíritu del niño durante el periodo formativo».

Sin duda fue un visionario, en tiempos en los cuales los abusos laborales y sociales eran pan de cada día.

Por eso es que hoy me pregunto, que le paso a los idealista que querían cambiar el mundo, que llegaban a la presidencia por méritos y que trataban de hacer grande esta nación. Hoy solo veo políticos hambrientos de poder, de materialismo, de desprecio por la clase, la cual lo posiciono ahí. Que diría el 2 veces diputado y líder sindical Luis Emilio Recabarren, quien lucho codo a codo, para alcanzar derechos laborales. Que pensaría la ex-diputada por Santiago de Chile, Gladys Marín, de sus compañeros de lucha, que hoy se han vendido al sistema, que tanto pregonan rechazar. Cuanta pena y desilusión sentiría Luis Corvalán Lepe, exiliado a isla Dawson, quien incluso estaba dispuesto a ofrendar su vida por seguir fiel a sus ideales y tantos otros más como Volodia Teitelboim Volosky, Elias Lafferte, Julieta Campusano Chávez, Orlando Millas, María Maluenda. Que mirarian con espanto como hoy, quienes prometieron seguir y defender su legado, se ensucien las manos y el nombre del partido vendiéndose al sistema que dijeron combatir.

Como mirarían a líderes como; el senador Osvaldo Andrade, Fulvio Rossi, Gonzalo Matner e incluso la hija del mismísimo Salvador Allende, Isabel Allende Buchi, todos presidentes del partido socialista, incluidos en un listado de partidos políticos que invertían en bonos soberanos, acciones y otros, con empresas acusadas de financiamiento ilegal de campañas y coimas para favorecer a sus empresas legislativamente. O sea esta gente critico abiertamente el libre mercado que entregaba nuestras carreteras a concesión a empresas extranjeras, sin embargo estos compraban bonos en el extranjero para invertir en dicha empresas.

Dicho ya todo esto y citado diversos ejemplos, que podemos esperar para acabar con esto, pues cualquiera que desenmascare a estos «amigos del pueblo» es callado o silenciado. Esta gente son verdaderos operadores políticos que aprovechan los recursos del estado para seguir manteniéndose en la política y así usufructuar y hacerse del monopolio. Acaso será necesaria una revolución de consecuencias fatales, acaso el ejemplo de la revolución bolchevique no nos basto para darnos cuenta que los acuerdos son mejores que las sangrientas revoluciones. Es de esperar, que esto cambie pronto, estamos ad portas, de una nueva elección presidencial y parlamentaria, es necesario sumar fuerzas INDEPENDIENTES lejos del duopolio político ejercido por la derecha-izquierda que impera en el país. Para eso es necesario sumar voluntades y fuerzas.

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