Sobre la marcha…

«El mundo sería un desierto si todos los días fuesen soleados. La lluvia y la nieve son necesarias para que las plantas y las frutas ricas, crezcan».

Las preguntas difíciles de la vida a veces son tan sencillas cuando las escuchamos, por ejemplo cuando nos preguntan quiénes somos, qué haremos en el futuro, hasta dónde queremos llegar y de las más complicadas de responder: qué sentimos por los demás.

Conocernos a nosotros mismos lleva su tiempo porque estamos en constante cambio, un día creemos fervientemente en algo y al otro no, tomamos una idea y nos sumergimos en ella y ni la terminamos, esto no sólo me pasa a mí, le pasa a mucha gente. Y es que nuestro algoritmo de vida evoluciona con la experiencia, con cada cosa que vemos, escuchamos y hacemos en el día a día, ese algoritmo seguirá refinándose siempre que decidamos apreciar de manera positiva cada pequeño detalle del acontecer diario. Por esa razón es que hoy he decidido escribir de nuevo, luego de mucho tiempo viviendo aletargada. Quién sabe si escribiré una o dos veces a la semana o si después de esto no escribo más, lo decidiré sobre la marcha…