Sin pena ni llanto

Suelo andar a orillas del río

Con algunas de mis viejas penas,

Pero ya no son pesadas cadenas

Las que cargo conmigo.

Me planto y pesco en la ribera

Mientras imagino que lleva el río,

Ese ingrato y falso cariño

A la que le entregué mi vida entera.

Saltan las mojarras dicharacheras

Las gaviotas juegan sobre el agua,

Mientras otros peces veloces nadan

Trinan alegres las gorrioneras.

Y entonces medito sobre la vida

Que es tan bella y tiene encanto,

Que no merece la pena ni el llanto

Que derrama esta pobre alma mía.

Chmacchiaroli

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