Sin Intérprete

Sin Intérprete

Nini Alonso

24/03/2022

No es suficiente, mi nivel de francés no es suficiente. Debí haberme esforzado más. Solo quedan cinco personas delante y ya casi es mi turno. No me había dado cuenta que me están sudando las manos, va a ser terrible si el funcionario es amable y me saluda extendiendo su mano. Es un muchacho agraciado, como casi todos los que he visto por acá, ojos verdes, cabello castaño claro y casi dos metros de puro músculo. ¿Tendré que ponerme en puntitas para que me oiga bien?

Cuatro personas, solo cuatro. Con cada una está tomando poco tiempo. Tengo la Kindle en la mano, valió la pena comprar aquella tapa roja, se ve linda. No alcancé a leer la página completa cuando el funcionario había evacuado al quinto de la fila. ¿Por qué no puede tardarse un poco más?, ¿qué decía el texto? ahora tengo que comenzar de nuevo porque no quiero perderme la parte en que Paloma sube hasta el último piso del edificio y decide suicidarse. Debí haber estudiado más, si hubiese tomado las clases privadas con el bombón Suizo, mi situación sería diferente, a lo mejor comprendería un poco más el resto de palabras que acompañan al “bonjour”.

!Qué calor! Estoy transpirando. No hay aire en esta oficina. Despachó a otro. !Dios ayúdame!

Esas paredes color azul cielo no hacen juego con los cubículos grises. Qué mal gusto el de estos canadienses. Me están sudando los senos, me escurre agua por el bra. Debo estar colorada, ojalá crean que es por el calor. Que se demore con el tercero, Señor, que se demore.

¿Y Paloma dijo qué cosa? Ahora tendré que comenzar de nuevo, ¿por qué Paloma se quiere lanzar si Antonio la ama? Y si no le entiendo, ¿será que llamo a mi amigo por teléfono para que me sirva de interprete? No, imposible, mi amigo está trabajando, además no soy la única inmigrante en esta oficina. Las dos personas delante de mí son orientales, no va a haber tiempo de llamar a nadie. Los está atendiendo muy rápido. ¿Cómo era? tengo que preguntar por la tarjeta para asistencia médica. ¿cómo fue que me dijo mi amigo que se preguntaba eso?

Me escurre el agua por la espalda. ¿La tapita roja de mi Kindle servirá para echarme aire? no la quiero dañar. Solo queda uno en la fila. Estoy en blanco, bloqueada, no recuerdo cómo se pregunta eso, voy a llamar a mi amigo. !Pero Paloma también ama a Antonio, no puede ser que se vaya a lanzar! Vuelvo a posar los ojos sobre el inicio de la página. El cubículo del lado se mueve más lento, ¿será que puedo cambiar de cubículo? No creo, tendría que volver a pedir un turno y el latino que me ayudó pidiéndolo por mi ya no está. Me tocó quedarme en esta fila, yo soy la siguiente. Me tiemblan las piernas, siento que no me puedo mover.

El muchacho me ha mirado y ha hecho señas para que avance a su cubículo. Me pesa el cuerpo, tengo ganas de ir al baño. Pongo un pie delante del otro pero mi cuerpo no termina de responder. El funcionario tiene los ojos clavados en mí, sin expresión aparente. Intento dar el paso de manera rápida pero mis pies están pegados al suelo. Él no deja de mirarme. !Ya voy! En cuanto recupere el control de mi cuerpo me acercaré.

Todo el mundo se detiene, soy el centro del universo, todo gira en torno a mi. Todos me miran expectantes.

-Cielo, te toca -dice mi marido.

Avanzo hacia el cubículo y el funcionario sonriendo me dice:

-¿Prefiere francés o español?

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