Siempre sí

Al principio todo es felicidad, sabes que el sentimiento existe porque lo sientes, es como la fe ciega que no la puedes ver, pero te da fuerza para seguir adelante.

El primer contacto con esa persona se vuelve un bonito recuerdo que te visita todas las noches hasta que la vuelves a ver y después de eso otro recuerdo más lindo lo remplaza hasta la siguiente noche y así sucesivamente. Pero el miedo siempre está ahí, ese miedo de volver a fallar, ese miedo de estar pendiente día y noche por un mensaje, ese miedo que no te deja vivir, ese miedo que se vuelve parte de tu aburrida rutina, ese miedo que no te deja ver con claridad, ese miedo que te detiene en el pasado, ese miedo que se roba años de tu única vida, ese miedo de volver a vivir lo que es perder a esa persona que prometiste cuidar y amar para toda la vida. El tiempo pasa es verdad, pero uno nunca olvida aquello que lo marco en el alma.

Llega el momento de volver a empezar y lo sabes porque ese primer contacto con esa persona te descoloca de la realidad y en sus ojos encuentras paz, en sus mensajes encuentras felicidad, en su voz esa melodía que creías perdida, en sus fotos una excusa para perder el tiempo y sabes que lo mejor aún no lo vives, pero también sabes que el ciclo vuelve a empezar, sabes que ya viviste eso y sabes lo mucho que va a doler.

¿Entonces que se hace con ese miedo?, ¿vale la pena volver a vivir eso?

Sí, siempre sí.