«Como en los viejos tiempos», me dijiste.

Mas tu mente no recuerda lo que tu alma si comprende.

Reconozco que me asustó comprender que en mi corazón siempre habías estado.

Llevo todas las vidas buscándote en otros cuerpos, sin saciar esta sed que solo se apaga contigo.

Has abierto la caja de pandora, de las memorias que creía haber olvidado…pero que siguen ahí.

Como un estruendo que entra por mi pecho, fragmentando mi cuerpo y mi alma.

Que electrizante y magnético se siente sentirte incluso cuando no estás.

Creo que realmente esto es lo que es el amor y nunca así lo había comprendido.

Pero realmente no se puede comprender algo de tan grandiosa magnitud.

Tú eres yo, yo soy tú en dos cuerpos diferentes viviendo vidas distintas y compartiendo el mismo destino.

Y quién sabe si nos volveremos a cruzar, si algún día podré mirar tus ojos de frente y así decirte por qué nunca me ha funcionado con alguien más.

Mas eso es el auténtico amor, ¿cierto? No imponer cadenas, ni esperar que alguien se quede.

Vinimos a recordar y no a vivir, volvimos por una razón más grande que nosotros mismos.

Lo siento por el desorden cuando llegaste, no te esperaba en mi vida.

Espero que algún día puedas ver con los mismos ojos que yo.

Tú eres magia, somos magia… Pura luz repartida en dos corazones porque en uno no cabía tanta intensidad.

Nos vemos en otra vida, si la vida quiere.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS