SER DE TI

Por: Fabiola Enriquez Gallegos

Una parte de mi, siempre será de ti…

Hubo una noche clara, no era común, era única y especial, aquella noche había durado horas, era clara por la luz que solo tú irradias, provocaste una sensación extraña, algo que nadie había provocado nunca, se sentía como una descarga de adrenalina de esas que casi nunca invaden el alma. Esa mirada que penetraba mi ser, tú esencia que descubría mi pudor, aquellas tus manos que acariciaban mi locura, esos tus labios que pronunciaban mi nombre, todo tan tierno y distante al mismo tiempo, fue en esa noche clara, de eso estoy segura, en aquel marcar del reloj, en el preciso tic,toc, cuando te conocí, fue aquella noche, la mejor de mi corta vida.

Te encontrabas ahí, tan pero tan cerca, no me explicaba cómo es que no pude verte antes, aquella sonrisa coqueta que nadie logra hacer solo tú y lo maravilloso de tú presencia. Tú cabello negro y lacio, tus ojos color castaño, tus labios tersos y rosados, aquellas mejillas sonrojadas bajo la luz de la luna, tú, con todo aquello que lograba cautivarme. Fue esa noche en la que soñé un mundo a tú lado, esa noche en la que un minuto elevo mi sentir, una noche en la que entraste en mi mente de dónde no he podido sacarte, no lo he logrado desde esa noche, quien diría que después de no hablarnos, seríamos tan importantes en nuestras vidas y así comienza un gran historia de amor…

Créditos del escrito a: AKSB

Capítulo 1. ELLA…

Hay lugares que te dan paz y tranquilidad, lugares que tienen un significado especial, el mio, un café que se encontraba en alguna parte del mundo, en ese lugar me gustaba leer, perderme en mi mundo, pensar, escribir, aquel café lo consideraba un espacio para reflexionar, creo que todos necesitamos uno alguna vez, ese espacio en el que te siente como en casa, ese lugar que te hace escapar de todos, un momento contigo misma, ahí estaba yo, tomando un café y leyendo, nunca me había pasado algo extraordinario, hasta aquel día, a lo lejos había una mujer que captó mi atención al momento, estaba frente a mí, sonriente, cautivante, hermosa, yo no podía dejar de mirarla, sus ojos eran hermosos, sus pestañas rizadas al natural, su mirada tierna y expresiva, sus cachetes pecosos, sus manos blancas como la leche, sus uñas perfectas, pintadas de rojo, su chamarra negra de piel y su escote pronunciado, me hacían no perderme ningún detalle de su persona, sus labios pintados de rojo, sus pómulos anchos bien maquillados, su cabello liso y su fleco cayendo por su frente haciendo un excelente juego con su rostro, su nariz pequeña y respingada, sus orejas grandes cubiertas por el largo de su cabello, cuando el viento soplaba el olor exquisito de su perfume llegaba hasta mi mesa, su labial delineando su boca, cada detalle de su ser, te hacía sin duda no dejar de observarla, no tenía intenciones de perderme nada, quería observar y cautivarme con cada detalle de su peculiar personalidad, sus manías, su risa peculiar y su forma de enseñar los dientes al reír, su forma de deslizar sus manos por su cabello haciendo un perfecto juego con el viento, sentía que mi corazón se salía de mi pecho, mis manos me sudaban, mi respiración estaba agitada, no sabía con exactitud que me estaba pasando, jamás en mis 17 años de vida, me había sentido así, tenía la sensación de haberla visto en alguna parte, pero eso era imposible, sin duda la recordaría, algo dentro de mí sabía cuán importante sería aquella mujer de ojos hermosos en mi vida, sentí una conexión inocente y fugaz, tenía ganas de presentarme con ella, de conquistarla, de besarla, de conocerla, pero no sabía quién era, ni siquiera sabía su nombre, solo tenía el recuerdo de su mirada cuando me observaba con extrañeza y yo inmediatamente la evadía y evitaba que nuestras miradas se cruzaran, ella seguramente no entendía nada, yo lo tenía todo muy claro, mi cuerpo conectado con las ideas de mi cabeza, pero no podía explicarle o decirle que me había cautivado, iba acompañada de un hombre que parecía ser su pareja, lo llevaba tomado de la mano, así que primero pensamiento sobre ella fue que muy seguramente era heterosexual y no tendría posibilidad alguna, ,parecía que todas mis expectativas se rompían ese momento, un amor fugaz que al minuto me había roto el corazón, cuanto ocasionaba en mi aquella mujer de ojos hermosos, cuanto podía ocasionar una persona sin ni siquiera tocarte, hablarte, conocerte, tantas cosas pasaban por mi cabeza en ese momento, pero un comentario de su novio que parecía tener muchos ademanes femeninos me hizo volver a prestar atención a ese momento, el estruendo de su risa me hizo volver mi atención hacia ella, no pude observarla por mucho tiempo, se levantó de aquella mesa y la perdí entre la multitud y sabía que no volvería a verla, que esos ojos hermosos que jamás había visto en alguien más, difícilmente los volvería a ver, o a tener cerca, ella se fue y yo me quede con su recuerdo plasmado en mi cabeza, con ganas de conocerla, de hacerla parte de mi vida, de que me hiciera parte de la suya, con ganas de gritarle las ganas que tenía de amarle, de cuidarle, de besarle, pero hacer algo así sin ni siquiera conocerla, sería muy extraño, así que me contuve y observé cómo se alejaba, me sentía desesperanzada porque sabia que no volvería a encontrarla.

Me sentía extraña, así que decidí terminar mi café y salir de ese lugar, caminaba y sentía la mueca de mi sonrisa en mi rostro, no comprendía del todo que me estaba pasando, tenía su recuerdo tatuado en alguna parte de mi cerebro, mi cabeza no paraba de maquinar todas aquellas ideas, imágenes y pensamientos, llegue a casa y subí corriendo al baño, enjuague mi cara, me mire al espejo y me pregunté ¿Qué demonios te pasa?, no lograba entenderlo, estaba sorprendida, por la forma en cómo me sentía, mi sentir me aterraba un poco, ese miedo que comúnmente te surge cuando algo desconocido llega a tú vida, tenía muy claro que todo lo que estaba sintiendo era desconocido para mi, era lo único que tenía claro, mi sentir y su cara perfecta en mi cabeza, traté de calmarme, cerré los ojos, puse música relajante e inhale y exhale muchas veces, hasta lograr quedarme dormida, cuando desperté me sentía más tranquila, sin entender aún que me había pasado, seguía teniendo muy grabada la cara de aquella chica de ojos hermosos, nunca nadie me había gustado y atrapado tanto como ella, ni siquiera la conocía, no sabía quién era, si era o no gay, pero sin duda quería saberlo, deseaba desnudarle el alma, pero pensaba en cuán imposible podría ser volver a encontrarla, lo único que podía hacer con la esperanza de volver a verla, era volver a ese café, el cual me encantaba visitar, así que no me costaría trabajo volver cada viernes con la esperanza de volverla a ver, idee un plan, que esperaba pudiera funcionar. Estaba perdida en mis pensamientos, cuando tocaron a mi puerta, era una de mis hermanas, diciendo que íbamos a cenar, tenía una familia no muy común, intentábamos comer y cenar todos juntos, eran los espacios que teníamos para ponernos al día de lo que había pasado, regularmente siempre había risas, sin duda era uno de los momentos que más atesoraba de mi día, pero aquella noche, era diferente, no podía concentrarme, ni si quiera captar los chistes y las burlas de mis hermanos, mi mamá preguntaba si estaba bien y yo intentaba evadir su pregunta diciéndole que me sentía un poco mal y que estaba algo cansada, ella segura de lo que le decía, no indagaba más, yo estaba imaginando un sinfín de posibilidades y explicaciones, tratando de encontrar la razón por la que me encontraba así, ¿quien se enamora a los 17 años? pensaba y hasta me parecía sumamente absurdo, sin embargo la posibilidad de volver a verla no se iba de mi cabeza, pero de inmediato me desmotivaba, según los datos del INEGI (2020) somos 127 millones de personas en todo México, ¡¡127 millones!!, ¿se imaginan?, así que seguramente no la volvería a ver, existía la posibilidad de una en un millón, es decir, casi imposible aquel encuentro, pero parecía que su olor se había quedado en mi nariz, que su risa se escuchaba a lo lejos, tenía tan clara la forma de su cara, su risa, sus expresiones, sus ojos, qué ojos tan hermosos, que al imaginarla sonreía de nuevo y sentía mil emociones en mi estómago, decidí no darle muchas vueltas al asunto, más de las que ya le había dado, aquella mujer de ojos bonitos, provocaba muchas cosas lindas, decidí cerrar mis ojos y por primera vez dormir con ella, con su recuerdo en mi cabeza, sonriendo y tratando de al menos esa noche, tenerla muy presente y así, con muchas ideas y una sonrisa en mi rostro me quede dormida.

Al siguiente día intente concentrarme en hacer mi tarea, especialmente la de calculo, una materia que me costaba mucho trabajo, no entendía porque era importante cuadrar dos tablas sin significado para mi, regularmente mi mamá era quien me ayudaba a entender todas las cuestiones numéricas, sin duda era un talento que no había heredado, pero aquel día mi mamá no iba a estar, así que decidí llamar a mi mejor amiga para hacer la tarea juntas, la cual nunca hacemos, por una u otra cosa terminamos haciendo otras cosas, vimos películas y reímos hasta que la panza nos doliera, así eran mis fines de semana a su lado, realmente divertidos, mi mejor amiga era el motivo por el cual yo me había dado cuenta de mi orientación sexual, resulta que yo le gustaba y se acercó a mí diciendo un piropo de mis aretes, algo sumamente extraño para mí, le agradecí y me sonroje cuando me lo dijo, yo era sumamente penosa, como toda adolescente sin seguridad, así que trataba de no hacerme notar demasiado, después de muchos intentos por parte de mi mejor amiga, por fin le dije que sí y me atreví a experimentar, algo que ya sabía pero no quería aceptar, cuando te das cuenta de tu orientación sexual y que no eres como las típicas niñas que suelen soñar con un príncipe azul, sino con una “princesa”, te sientes culpable, tienes miedo, piensas en tu familia, pero en lo personal pensaba en cuán difícil sería esta noticia para mi mamá, en que quizá la destrozaría y tenía miedo, miedo de su reacción, de romper sus expectativas, así que como toda homosexual de closet, decidí callarme y cargar con ese secreto, sin saber que hay secretos que pesan, que en algún momento de tú vida no podrás seguir cargando y que la aceptación de aquellos que amas, es algo que anhelas con todo tu ser, sin embargo a mis 17 años en aquel entonces, decidí callar y juraba que ese secreto me lo llevaría a la tumba, sin saber cuanto daño me haría ir en contra de lo que realmente quería, yendo en en contra de mi felicidad, pero decidí continuar y callar, hasta estar segura de querer confesar mi orientación sexual.

Mi mejor amiga solía ser una persona muy directa y realista, también muy fiestera, yo la conocí en 2do de prepa, conoció a mi hermana, de quién se enamoró perdidamente, así que el tema de mi hermana gay, era una doble culpa para mi, no podía haber dos gay en la familia, pensaba, mi miedo era doble, pensar en lo que esto sería para mi mamá era algo caótico, así que decidí intentar hacerme buga muchas veces, anduve con algunos niños, pero evidentemente nunca funcionó, entendí que no podía ir en contra de mi esencia y mi orientación sexual, que no podía fingir ser algo que no era, así que decidí aceptarme y liberarme, por el momento, de mi misma, y quizá después de mi familia.

Mi hermana Ana era mi mayor confidente, nos contábamos todo y yo era muy afortunada por tenerla, en general era muy afortunada de tener una familia tan compaginada como la mía, mi mamá era la mejor del mundo, siempre nos enseñó a hacer frente a las adversidades juntos, era una mujer espectacular, tenía todas las respuestas, cocinaba increíble, daba los mejores consejos y sin duda los mejores abrazos, mi hermano Mario solía ser muy paciente, era sumamente brillante, era todo un hombre, caballeroso, responsable y sumamente noble, Diana tenía un carácter de la fregada, no solía compaginar mucho con ella, pero sabía que sin importar lo que pasaba yo podía contar con ella y ella conmigo, mi papá me enseñó a luchar por lo que quiero, a esforzarme y trabajar duro para conseguir mis metas, somos 6, 6 personas juntas e indestructibles, amaba a mi familia y sabía que ellos me amaban a mí, pero aún así, tenía miedo de decirles lo que era, temía que no me quisieran, que se sintieran decepcionados de mi, realmente no quería romper sus expectativas ni su rechazo, eran las 5 personas más importantes de mi vida, sin duda tenerlos cerca me fortalecía, sus consejos, su compañía, hacían de mi mundo un mejor lugar, entendía que sin importar que pasará ellos estarían siempre para mi y eso me reconfortaba bastante, me gustaba ser parte de esa familia y me sentía muy afortunada, pero como muchas adolescentes, tenía que lidiar sola con un secreto que me gustaba, un secreto que hacía tanto match con aquello que quería para mi vida y esa mujer de ojos hermosos llego a rectificar mi homosexualidad, así que estaba aterrada por aquellos que estaba descubriendo en mi al verla por primera vez.

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