Seis horas

Desesperación, era todo lo que James podía sentir mientras daba vueltas en la cama una y otra vez, incapaz de conciliar el sueño, sus ojos no se cerraban ni siquiera por un segundo,el terror que la figura de un niño que a primera vista sería un niño normal con vestimenta bastante sencilla unos pantalones deportivos, una playera blanca y un chaleco azul,quizá un pequeño ladrón, pero…

La cabeza, la cabeza de ese niño estaba completamente destrozada, se mantenía en su lugar pero parecía una mezcla de carne, sangre y huesos, esa cabeza daba la impresión de ser la pintura de algún artista, uno cuyas obras son grotescas. Al principio a James le pareció que el niño llevaba una grotesca máscara no obstante la ropa le dejó claro que no era ninguna máscara, el chaleco hacía parecer que el pequeño había estado jugando en la lluvia pues había partes donde el color se oscurecía como si hubieran derramado un líquido, sin embargo, la playera revelaba que el niño no había estado bajo la lluvia ya que esta dejaba ver una gran mancha de sangre, el color carmesí resaltaba en la pureza del blanco, aun asi lo que aumentaba el miedo a este niño era la imagen de sus manos manchadas de sangre, cuando la visión espectral apareció sus manos también se tiñeron y el hedor a hierro inundó el cuarto, El sabia que si apartaba un instante la vista de aquel niño este se acercaria quiza solo un paso, quizá se movería de manera inconsistente como lo había hecho el espectro hasta entonces , más no lograba recordar cómo o porque veía el fantasma de un niño que curiosamente vestía ropa que en otras épocas le pertenecieron a su hermano, el terror de que le pudiera pasar algo no lo dejaba dormir y una pequeña aunque insignificante sensación de culpa se cernía en el, reconocía la ropa algo le decía que ese ente era la manifestación del alma de hermano, aun si los rasgos faciales eran irreconocibles, trato de relajarse, el silencio penetraba en su alma y el reloj parecía sonar con el estruendo de un trueno, las ventanas sólo le permitían ver el bosque que rodeaba la cabaña y el tiempo fluía ignorando la imagen del niño muerto que estaba frente a james, un espectro al que él le debía una disculpa.

Es curioso en los alrededores se hablaba de que esa cabaña estaba embrujada, se hablaba sobre el espectro de un hombre que fue despellejado vivo dentro de esa cabaña, mas no se hablaba de un niño, también se contaba que la “maldición” de ese lugar tenía que ver con el tiempo, con la percepción más que nada, pues quienes contaban lo del hombre despellejado decían que sintieron estar frente a la aparición por horas aun cuando en realidad solo pasaron unos pocos minutos, James no creía estos rumores y ahora pasada la medianoche se encontraba frente a él un fantasma,y el tiempo si parecía ir más lento, mucho más lento se acercaba a la una de la mañana, ansiaba que la primera hora acabase, él pensó que tan solo duraría ese periodo de tiempo la aparición de aquel ente, el reloj sonaba, (tic,tac, tic, tac) las manecillas se movían con una lentitud increíble y James no pudo evitar cerrar los ojos, en ese momento se escucharon los pasos apresurados de esa cosa, pisadas rápidas y fuertes, James no quería mirar senia al niño a su lado, apretó los ojos preparándose para su final,deseando que fuera rápido, mantuvo los ojos cerrados por lo que él creyó eran minutos pero aquella cosa no hacía nada, lentamente abrió los ojos y se encontró con una visión aterradora, el niño estaba justo a lado de su cabeza, pudo notar los horrendos detalles, la carne que parecía arcilla, hueso sobresaliendo, el espacio donde deberia ir la boca dejaba ver como se unía la carne en un perpetuo grito, solo había un agujero donde debería de ir el ojo derecho,de él colgaba el nervio ocular y escurría sangre, donde debería estar el ojo izquierdo la piel se amontonaba, era sin duda un edema, James evito gritar y entrar en pánico, sorprendentemente logró mantenerse calmado y miró al reloj este ya no marcaba las doce cincuenta y nueve, pero en la segunda hora la imagen se amplío, ahora no era solo un el niño a su lado que ahora no parecía le fuera a hacer algo,ahora había otros dos entes, cada uno más destrozado que el otro, cada uno tenía una imagen grotesca que a cualquiera haría vomitar, uno de los entes que se sum era una chica que estaba desnuda, parecía que su tez en otras épocas era tan blanca como la nieve,sin embargo frente a él se hallaba un cuerpo cubierto de una mezcla de semen sangre , ella tenía tanto brazos y piernas llenos de pequeños cortes que no paraban de secretar pus mezclada con un poco de sangre, sus genitales o dios… sus genitales mostraban rastros de tener suturas, como si algún maníaco hubiera tratado de recrear el himen a través de la costura, sin embargo estos detalles solo eran un pequeño aderezo al atroz resto de lo que en el pasado era uno de los rostros más bellos que uno puede imaginar, ahora solo había un espacio vacío, que revelaba los músculos faciales y los dientes más no habían ojos, solo un punto oscuro, era como si en base a ese pedazo de carne alguien quisiera hacerse una máscara y todo lo que quedaba era una grotesca imagen, la culpa en el instante en el que aprecio estos detalles creció más, pudo hacer algo eso era una afirmación que podía hacer…