Como empezar esta historia?
Cualquiera diría por el principio, sin embargo no todo principio es el comienzo de algo, sobre todo en mi caso que siento que la vida me ha mostrado todas sus facetas o caretas.
En introspección cierro mis ojos, y me remonto a aquellos días de gloria personal, cada vez que alcanzaba una meta académica o profesional. Estudie prácticamente toda mi vida, porque fui una de esas personas que se dejó manipular por el sistema y la errónea creencia que el estudio y la especialización en un área conlleva a la estabilidad económica y financiera. –Pero eso es otro tema-
Nací en un país cuyas riquezas innumerables despertaba el ímpetu de cualquier extranjero para forjar una vida, portugueses, españoles italianos, alemanes, muchas colonias de inmigrantes tuvieron la visión del potencial que mi país podía brindarles, gente trabajadora, que tuvieron éxito y grandes recompensas en su empeño. Debo hacer hincapié en ellos, porque para nadie es un secreto que el crecimiento de mi país “VENEZUELA”, en una gran parte corresponde al esfuerzo de aquellos inmigrantes honestos que un día decidieron dejar sus tierras para pertenecer a otra.
Durante la época de 1970, 1980, 1990, VENEZUELA crecía vertiginosamente, empresas transnacionales, grandes construcciones, amplitud crediticia, estaban a la orden del día, era muy fácil generar dinero con poca inversión, a veces hasta sin ella. Eran tiempos de plenitud, de expansión, de crecimiento, de tranquilidad financiera para el venezolano honesto y trabajador, cualquiera podía comprar un vehículo, y con un esfuerzo hasta una vivienda; pese a que algunos gobernantes hacían actos de corruptela, la vida no era mala, al menos así la recuerdo.
En mi caso particular, y con una arriagada connotación de esfuerzo personal, logré muchas metas, y la felicidad era plena, distante de las perversidades que rigen en la actualidad.
No pretendo con estas líneas profundizar acerca de la macabra política que destruyó la economía de mi país, para ello hay otros autores especializados en la materia, -“al cesar lo que es del cesar”, más bien intento trazar la línea delgada que conllevó a muchos venezolanos a abandonar su país, me incluyo penosamente en este grupo; después de haber sido “LOS SAUDIES LATINOAMERICANOS”, y derrochar cuanto dólar $ entrara al país, vino la debacle económica, un país en ruinas, pese a los multiples recursos que AUN TENEMOS. Si léase bien.. AUN TENEMOS. De la noche, a la mañana ya nada era igual, nos convertimos en una sociedad en declive, en la supervivencia del más apto, en una sociedad de piratas carroñeros……
Y es así, como repentinamente te toca tomar decisiones con el mismo temor de aquel que se encuentra al filo de un precipicio, y un nudo en el estómago por ir detrás de lo desconocido sin tener un plan correctamente definido, bajo la consigna “SALVESE QUIEN PUEDA”.
Esta historia continuara…
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