Hay momentos donde solo queremos sentarnos y quedarnos en una sola posición, sin movernos, sin pensar, dejar que todo pase y no pase, pensar y no pensar, sentir y no sentir, no oír sino el silencio, contemplar con los ojos cerrados todo cuanto te rodea, dejarte llevar por nada y por todo, que tu mente se quede en blanco y sientas tu cuerpo flotar sobre las olas del mar, como si fueras la hoja que cae del árbol y viaja a través del espacio dejándose acariciar por la brisa, mientras se confunde con las mariposas que en su vuelo adornan el paisaje; quedarse quieto y dejar que sea tu mente la que solo se mueva, vaya y vuelva del pasado, viaje al futuro y no toque el presente, darle alas a tu imaginación, imaginar que estas ahí, pero bien lejos, al lado de la casualidad, casualidad bendita, dejarle un mensaje gritado en silencio y lanzado al aire que diga: te quiero, porque te pienso, te pienso, cuando no estas, cuando no estas te siento, cuando no te siento te extraño, cuando te extraño te busco y cuando te hallo te siento tan cerca y tan lejos, te quiero cuando te lo digo, te lo digo porque te quiero y porque te quiero, quiero que sepas, que eres mi motivo para que mi cuerpo se paralice, para que mi mente se quede en blanco y cuando te mire con los ojos cerrados, sean tus labios los que acaricie como, la brisa la hoja del árbol y sentir que tus manos son las olas del mar sobre las que mi alma flota, porque te quiero me quedo quieto, y por quererte te extraño…

Momentos de Soledad Acompañados de tus Recuerdos…

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