LOS ESCRITOS DEL OIDOR: EMPATÍA, PROBLEMÁTICAS SOCIALES Y FESTEJOS
William Guillén Padilla, nacido en Hualgayoc, Cajamarca en 1963, es un destacado escritor peruano conocido por su prolífica producción en el género de la minificción. A lo largo de su carrera, ha publicado poesía, minificción, cuentos, novelas e investigaciones históricas. Guillén es considerado uno de los escritores más importantes y prolíficos de la minificción peruana contemporánea. Impuso como una inspiración a las problemáticas que giran en torno a la desolación para poder crear gran parte de “Los Escritos del Oidor”, una obra que contiene 228 microrrelatos que reflejan diversas problemáticas sociales a nivel global. Su dominio del lenguaje y su capacidad para recrear la atmósfera de la época colonial son impresionantes, lo cual se refleja claramente en su obra. De esta se extrajeron fragmentos que contienen temas relacionados con la realidad actual.
En primer lugar, tenemos a ‘Hambruna’. En esta narrativa, se nos presenta una cruda realidad marcada por la pobreza extrema y la desesperación, donde la protagonista y su abuela se ven obligadas a trabajar en condiciones precarias en un circo para obtener alimento:
Sólo una tarea nos encomendó: dar de comer a leones y osos, siempre vigilados por payasos y trapecistas hambrientos. Por supuesto, debimos estar sabrosas, porque de dos bocados aprendimos que cuando de hambruna es el asunto no hay mal alimento; pero si de empleo se trata, nunca hay que perder la cabeza. Lecciones tardías, lo confirmamos cogidas de los barrotes de las jaulas donde a golpes nos metieron. – ¡Cuando viene circo a Torón, seguro que hay hambruna! -Créeme, hija: – ¡cuando viene circo hay hambruna!”. (Guillen, 2020, p. 46)
En este fragmento destacamos que la única opción para obtener alimento, es trabajar en un circo, esto revela la dura realidad de aquellos que se ven obligados a sacrificarse en condiciones precarias. Asimismo, el autor nos narra la explotación y el maltrato sufrido por las protagonistas a manos de aquellos que también padecen hambre, lo que resalta la desigualdad y la falta de empatía en una sociedad muy dura. Por lo tanto, el autor nos incita a meditar sobre los desafíos que afrontan las personas en épocas de escasez alimentaria, haciendo un llamado a la empatía y la acción para dar un pronto alivio al sufrimiento de aquellos que están inmersos en el hambre. No obstante, se espera que las entidades, el gobierno y todas las organizaciones, emprendan más medidas e insten a la población a involucrarse en esta causa.
Por otro lado, hemos extraído otro fragmento de uno de los microrrelatos “Ellas”, refleja la transformación de las costumbres tradicionales debido a la influencia de la mina y cómo las mujeres religiosas también se ven afectadas por esta realidad:
“La mina ha cambiado las buenas costumbres, las beatas se persignan cuando las ven pasar de dos en dos con los rostros más pintados que mandil de pintor, siempre fumando o pidiendo dólares a cambio de sus favores.” (Guillén, 2020, p. 91)
Esta narración describe a las mujeres que venden su cuerpo en las calles a veces por su propia voluntad o siendo obligadas, este relato funciona muy bien tanto como para darse cuenta de cómo esta temática viene siendo una situación que afecta directamente a la sociedad. Además, las féminas vienen siendo violentadas y obligadas a cumplir el rol como “dama de compañía”. Esto nos lleva a reflexionar que actualmente como sociedad ya hemos perdido la capacidad de indignarnos y preferimos “olvidar” que cada día se cometen feminicidios sólo porque las mujeres no cumplieron con su “labor”, cuando es allí donde debemos levantarnos a una sola voz aclamando que no se vulneren sus derechos, asimismo pienso que como sociedad es repugnante presenciar todo lo que vivimos porque adolescentes e incluso niñas son inducidas a este tipo de maltrato sin su consentimiento y ninguna autoridad hace justicia.
En el microrrelato “La noche se detuvo”, de Los escritos del oidor, se describe a la luna “pálida” porque dormía sobre las nubes tiritando de frío:
“La luna dormía sobre las nubes, tiritando de frío. Por eso, pálida, salía a divisar los trigales y los maíces quemados por las heladas mirando desde arriba parecía una calavera; el retrato mismo de la muerte”. (Guillen, 2006, p.111)
Este fragmento me transporta a un ambiente frío, lleno de sembríos como el trigo y el maíz los cuales son iluminados por la luna. Asimismo, me lleva a imaginar sobre el símbolo de la calavera la cual significa la muerte porque realmente si lo podemos presenciar en las señalizaciones de “peligro” por ende es que nosotros como humanos siendo seres racionales interpretamos qué acciones son positivas y qué acciones negativas para uno mismo o para la sociedad, en este caso para nuestros cultivos. El autor nos lleva a un campo imaginario porque nos describe a la luna, los sembríos, el clima y también hace un breve comentario sobre el símbolo de la muerte. Entonces podemos decir que en este fragmento el autor nos lleva de la imaginación a la realidad.
El autor en Carnaval de 1993, del microcuento de Los escritos del oidor, el autor describe a su padre presuroso porque iba a realizar compras para el festejo del carnaval:
“Mi padre presuroso fue de compras y antes nos encomendó la primera tarea importante de nuestra infancia: matar a Capulí y dejarlo listo para preparar los chicharrones.” (Guillén, 2007, p. 129)
El padre les encomendó matar a Capulí quien era el cerdo para que de esa manera dejen todo listo para la celebración de tal festividad así que él junto a sus hermanos se sintieron orgullosos al hacerlo tal y como su padre le había ordenado a pesar de que aún eran unos infantes que todavía no contaban con experiencia puesto que era su primera vez matando a un cerdo para seguir las órdenes de su padre. Así como el autor lo describe la fiesta del carnaval es de mucha algarabía en Cajamarca donde personas de distintos puntos del mundo visitan la ciudad para celebrar y gozar. Este fragmento me lleva a reflexionar sobre la festividad del carnaval en Cajamarca “capital del carnaval” nos narra las distintas actividades que realizan las personas para dicha celebración, por ejemplo, matan “chancho” para los chicharrones, decoran las calles también como símbolo del carnaval, asimismo los ciudadanos reciben a los turistas que vienen a disfrutar de las fiestas. Pero vamos al punto en que el autor narra sobre cómo él y su hermano seguían ordenes de su padre quien les dijo que mataran al cerdo llamado “Capulí” para los chicharrones siendo aún inexpertos en ello, lo que me lleva a reflexionar es cómo la fiesta del carnaval une a las personas de distintos lugares del mundo sin importar su clase social, su estatus económico, su raza, etc.
Finalmente, los microrrelatos sobre la obra los escritos del oidor, en especial los fragmentos de «Hambruna», «Ellas», «La noche se detuvo» y «Carnaval de 1993» nos sumergen en un mundo de desolación, problemáticas sociales y también festejos en la sociedad. La obra “Los escritos del Oidor” de William Guillén Padilla nos transporta a través de historias que no solo revelan la realidad de diversas vivencias, sino que también nos invitan a reflexionar sobre la complejidad de la identidad cultural y la cotidianidad humana. Esta obra se convierte en un homenaje a la imaginación, la creatividad y la memoria colectiva, subrayando la importancia de preservar y celebrar nuestras raíces culturales. El autor nos recuerda sus experiencias y tradiciones, destacando la relevancia de estos temas en el contexto actual y sus implicaciones para el futuro. Además, no solo presenta conflictos ficticios, sino que también refleja realidades que muchos enfrentan diariamente. Además, debemos reflexionar sobre nuestra capacidad de empatía y sobre nuestra disposición a actuar.
Referencias:
William Guillén Padilla – LIBROS PERUANOS – Autores. (s. f.). https://www.librosperuanos.com/autores/autor/3543/Guillen-Padilla-William
Goicochea Cruzado, A. (2007). Los escritos del oidor. Municipalidad Provincial de Cajamarca y Petroglifo. https://www.oocities.org/wguillenpadilla/narra.htm
AUTORES: Reyes Flores Robert Martín, Caballero Alvites Brayan Erick, Chusho Salazar Edilso.
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