RENZO SALAZAR Y LOS GUERREROS DEL APOCALIPSIS

RENZO SALAZAR Y LOS GUERREROS DEL APOCALIPSIS

Rober Avolio

12/08/2020

RENZO SALAZAR Y LOS GUERREROS DEL
APOCALIPSIS

1. EL DESPERTAR

20…19…18…y de pronto Renzo
despertó, y no sabía, no sabia porque estaba contando ni porque esa
cuenta era regresiva, ni desde cuando había empezado,
17…16…15…solo sabia que estaba inmerso en la oscuridad mas
absoluta, que la ingravidez dominaba el mundo acuoso donde estaba
metido y que la falta de aire estaba apunto de hacerle estallar los
pulmones. 14…13…12…sin embargo estaba aferrado a esa estúpida
cuenta regresiva como si fuera lo único verdadera mente importante
en su vida. 11…10…9… Sabia que se llamaba Renzo Salazar. Y
sabia que debía concluir su cuenta… Fuera de eso… no sabia nada.
8…7…6…no lo lograría, no podría nunca llegar a cero. Solo
recordaba los últimos 10 segundos desde que empezó la cuenta. No
tenía idea que hacia ahí, como había llegado, ni desde cuando
estaba, pero a juzgar por la terrible falta de oxigeno a la que
estaba sometiendo su cuerpo hacia mucho mas de 10 segundos que estaba
sumergido bajo el agua…5…4…3… Su razón libraba una batalla
implacable contra su organismo que le pedía a gritos oxigeno, sentía
que ya no sentía… que la oscuridad no solo estaba afuera si no que
poco a poco iba ganando su interior. Y entonces la necesidad de aire
fue mas fuerte que la razón. Todas sus defensas cayeron de golpe e
inspiro repetidas veces para llevar agua a sus pulmones produciéndole
unos terribles espasmos y la seguridad de que su vida estaba a punto
de acabar. 2…1…0!!! Al fin, la cuenta concluyo y con las ultimas
fuerzas que le quedaban se impulso hacia arriba esperando que el
precioso oxigeno estuviera al alcance de su mano.

La oscuridad no disminuía todo seguía
tan negro como hacia 20 segundos sin embargo estaba seguro que
avanzaba hacia arriba hacia el fin de la noche y de su agonía. Una
brazada, dos brazadas y de pronto, su energía acabo.

Con la mínima conciencia que le
quedaba y que desaparecía de su cuerpo como desaparecen las primeras
gotas de lluvia en la tierra seca de un desierto, diviso una luz. .
No era una luz continua si no pequeños fogonazos de décimas de
segundo de duración, 1, 2, 5 nunca terminaban. El agua se lleno de
vibraciones, de murmullos incomprensibles. Y dudo. Dudo que fuera luz
verdadera o simplemente la luz al final del túnel que ven los
moribundos. Y aunque no sabia que era tampoco le importo. Bajo los
brazos y solo espero morir en paz.

Poco a poco su conciencia se fue
apagando, su dolor y sus sensaciones del mundo exterior se fueron
extinguiendo a tal punto que no noto cuando una mano se cerro sobre
su brazo y lo arrancaba de las profundidades submarinas para apoyarlo
en el frió suelo de una cueva subterránea.

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