REMANSO DE AQUELLAS ALMAS ABATIDAS 
Afinadas notas empuñan tus manos
sobre las finas teclas blancas y negras
que se acordonan en mis oídos
con sigilosa sutileza.
Ruedan y caen con belleza
en los templados sonidos
nacen y mueren fugaces
en el tiempo que lo hace un latido.
Endulzan el silencio ensordecido
de quebradas melodias
maquillan lo invisible
se vuelven noche en pleno dia.
Besan labios ardientes
que se queman con la tinta
de esas letras que se encienden
cuando tú les soplas vida.
Quiero que permanezcan silvestres
no cautivas en cajillas
quiero que sean remanso
de aquellas almas abatidas.
Claudia Viviana Molina
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