Relatos de un recuerdo

Poco tiempo después, Alicia, comenzó a recordar.

¿Ha sido esto acaso un sueño? Se preguntó.

El jueves de la primer semana después del cambio ella se veía preocupada, un leve recuerdo invadía su mente perturbando en si, toda su existencia; esto no podía estar pasando.

Había pagado miles de dólares para olvidar.

Jamás se le borraba aquel cartel que decía «hipnotismo, olvido y prosperidad», tres palabras juntas, tres palabras que en si no decían mucho, ¿olvido?

¿Era quizás aquello algo de lo cual se podría olvidar?

Cada tarde pasaba y leía: «hipnotismo, hipnotismo», las palabras le hacían eco durante el día e incluso la noche.

Lunes por la mañana y se decidió a ir, pasó por el bar-café de siempre y continuó, hipnotismo, pensó.

Mediante café en mano, aquel timbre sonó..

– Buenas tardes señorita, ¿qué se le ofrece?

Una chica perfectamente arreglada, de esas que siempre salen en televisión y que incluso se mantienen impecables aún cuando recién despiertan.

– Necesito información sobre el tema «hipnotismo, olvido y prosperidad»

La chica de TV la miraba atentamente.

– Bien, lo único que le puedo decir es que las clases abiertas ya han finalizado, que se puede anotar para las próximas solo si muestra un claro interés en ser partícipe, ya que se trata de una innovación y aún nada comprobable en los resultados.

Anoté mi número para manifestar su interés, en caso de tenerlo.

Parecía seria pero muy segura de lo que decía, anotó su número y siguió por la vereda de en frente.

– Buenas tardes Alicia.

De camino a casa pensó en lo que aquella misteriosa mujer le había dicho, era todo muy raro, muy loco, pero se sentía intrigada, aquel cartel venía atrapando su atención desde hace mucho tiempo.

Se informó, y al parecer son sesiones de corto plazo, en las cuales se practica la hipnosis, aparentemente para olvidar y sanar.

Las clases efectivamente eran intensas, al transcurso de la 4ta su mente comenzó a ponerse en blanco, trataba de recordar lo que justamente quería olvidar y no podía, estaba siendo un hecho.

Pasaron semanas y su vida se había transformado por completo, no recordaba nada.

Hizo una lista y empezó, hoy lunes, el primer día del resto de su vida, todo iba bien.

Llegó el jueves y algo andaba mal, lo sabía, ella lo presentía, un leve recuerdo invadió su mente.

Había sido todo en vano.

Daniel, su ex, logró entrar en su mente y acaparar toda su atención, los recuerdos eran fuertes e intensos, casi que momentáneos pero a la vez eternos.

– Alicia, Alicia, ¿estás bien?

La sesión terminó.