Relámpago

Tú… relámpago que energizas la tierra que golpea, 

lluvia en abundancia que nutre de vida los surcos de la Pachamama, 

siembra generosa, cosecha fecunda, verano tibio, brisa refrescante, 

día lluvioso que miras desde tu ventana al calor de una hoguera, 

y la vida recogiendo los instantes que otrora fueron tuyos, 

rehaciendo la historia con pedazos de cielo, a la altura de mis sortilegios, 

encumbrando mis pisadas, restableciendo las perspectivas de sueños no cumplidos, 

de amaneceres arrebatados

Linda dama concluye por fin tu canción desesperada, 

extingue el lamento que se encarno en el rostro de tus pisadas, 

que el amanecer llega, la mañana esta bella, el sol seduce, 

baña tus rincones preferidos y entra abundante por las rendijas de tu comprensión.

Un vals al compás de la música de sirenas de mar, que entonan sonidos de mis océanos predilectos, 

a la diestra de mi voluntad, bailando contigo, tú entre mis brazos, 

hurtada de lisonjas perentorias, de la cotidianidad, 

dejando esa epifanía plantada en la puerta de tus recuerdos

Esta pieza es con todos tus momentos, con todas tus historias, 

con todos tus anhelos, con mi mano en tu cintura, al compás del regocijo colosal, 

aquel que pavimenta nuestros caminos, los funde, los alienta, los ordena, los orienta.

Restablezco la sintaxis derrumbada por las retóricas utilitarias, 

presa del embrujo de la noche seductora, 

irreflexiva por momentos, sin embargo, sólo eso retóricas, sin médula, 

sólo reflejo de un intangible sueño.

Linda dama quédate así, llena de piel, llena de realidad, llena de sol, 

llena de música, quédate delicada, que seré tu guarida, 

cuando caiga la noche, cuando amanezca, cuando la tierra ruja, no estarás sola…