Abrí los ojos y te vi.

Desde ese momento lo supe:

serías lo más grande que conocería,

fuerte, con un coraje descomunal

y hasta inconcebible.

Te he visto sacar uñas de unas manos ya rotas
y adormecidas de tanto batallar

por el cansancio sin tregua de seguir viviendo

en contra del tiempo

en contra del frío

del hambre

del sol.

Impensable saber que ese cuerpecito frágil y pequeño

podía cargar el mundo entre sus brazos.

Erigirse una y otra vez desde la grandeza de su alma.

Y todo por tus SEIS…

Mamá, refugio infinito

brazos tiernos en los que ya nunca se siente la zozobra

ni frío, ni miedo.

Si algo me enseñaste, fue a ver el mundo

como escenario IRREMEDIABLE para la lucha,

que no hay mañana sin presente batallado.

… Tu único soporte fue el rostro de los SEIS…tus SEIS.

A la llegada de los días negros, algo pasó

en medio de nuestras vidas,

algo que lo cambió TODO,

que nos cambió a todos

fueron algunas batallas perdidas, como no.

Caminamos por la vida buscando y procurando el bien común

Todo sea por tus… CINCO
Sí, CINCO
Ya no somos SEIS, y eso nos partió la vida a todas.

Mamita, aún recogemos nuestros pedacitos lanzados al viento.

Cuando al fin reconstruyamos nuestro ser,

cuando al fin seamos el TODO que fuimos,

nuevamente seremos SEIS,

Para siempre SEIS.

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