Para saber quién soy indago en tus recuerdos

Remuevo los posos del café ya frío de la pasada madrugada

Me interrogo en el espejo

cara a cara

Me amenazo con un olvido pertinaz

con una tibia indiferencia

con una creciente ruptura en fin conmigo mismo

Sé quién soy de piel a fuera

mas ignoro lo que hay de piel a dentro

Para poder reconocerme recurro al estudio de mis huellas dactilares

al álbum amarillento de fotografías quebradizas

Para saber quién soy de forma categórica

recurro a los fantasmas

de mis pasadas muertes

Mis queridas recientes profundas cotidianas muertes

Pequeña muerte

orgasmo americano

piel trigueña abonada de deseo

pezones rendidos a mi ansia y a mis labios

Me alimento de tu flujo

y de tus ojos extraviados

Te cocino en el fogón de mi entrepierna

Exprimo cada instante de tu espalda

mutando tacto en agua de panela

Recordando que pactamos un amor de la marca Ave Fénix

hipotecamos de paso la flor angustiada por saber quienes somos

encargamos sembrar las semillas de los sueños más íntimos

en el barbecho nocturno de la cara oculta de la luna

Cuando sepas leer entre líneas ganarás la aurora de un día con leche

Regocijada la cosecha sacramental de la salvación

cuando el INRI clavado en tu cruz signifique despierta

recordando que compramos un amor con el salario de las gotas de sangre

que salpican el suelo desde la madera

Las espinas coronan la frente del hoy más antiguo

a la espera de un beso tan amplio como un campo de trigo

recordando que la palabra amor se prostituye en saliva

Crearemos la franquicia Ave Fénix de olor primavera

Recordando

Déjame que te cuente…

En el vientre de la noche de Lima

soy un ángel con el himen desgarrado

La garúa ha oxidado los alambres

que sujetaban el alma a mi pecho

Goteando voy tinta por Miraflores

reguero de desazón alquitranado

Ese dolor que se desangra es muy largo

escala Andes atraviesa océanos

llega hasta la raíz de mis temores

Déjame que te cuente

limeña

de qué color es aquí el desamparo

el sabor de las lágrimas de los pájaros

el sonido de mi cuerpo suicidado

Déjame por Dios que te cuente limeña

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