RECONOCIMIENTO DE RUINAS DE MARÍA COMO PATRIMONIO HISTÓRICO PARA LA IDENTIDAD REGIONAL Y LOCAL.

RECONOCIMIENTO DE RUINAS DE MARÍA COMO PATRIMONIO HISTÓRICO PARA LA IDENTIDAD REGIONAL Y LOCAL.

CASERÍO LAS MARÍAS COMUNA VALLES DE SURUAPAY

GUANARE EDO. PORTUGUESA.

Autora: Nahir Asunción Nieves Montaña

Coautor: Ing. Edgar Edwards Terán

Tutor externo y diseñador grafico de contenido: Edgar Edwards Terán

RESUMEN

Según los lineamientos establecidos por la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Ezequiel Zamora, la investigación titulado “Reconocimiento de Ruinas de María como Patrimonio Histórico para la Identidad Regional y Local” de la ciudad de Guanare Edo. Portuguesa, dirigido al caserío Las Marías comuna Valles de Suruapay; tiene como propósito reconocer e indagar sobre su importancia, establecer comparaciones con otras ruinas, así como difundir la información encontrada. El problema diagnosticado fue la pérdida de su identidad local por falta de conocimiento del contexto histórico de su patrimonio tangible inmueble. El proyecto se encuentra estructurada en cinco capítulos, bajo las líneas de investigación Geohistoria Regional y Local conjuntamente de Arte, Cultura y Patrimonio, se desarrollo un trabajo de campo tipo documental con un enfoque metodológico cualitativo, donde a los fines de realizar el diagnóstico se utilizo la técnica de la entrevista a profundidad y la observación con un instrumento de tres (03) ítems abierto a tres sujetos participantes; información que posteriormente se ordeno, estructuro, clasifico y se categorizo a los fines de contrastarlo y triangular los datos obtenidos logrando su interpretación sinóptica. En este particular se pudo encontrar que la importancia de ruina de maría no solo obedece a su arquitectura barroca tardío, sino también al contexto sociocultural y geopolítico religioso que definió su dinámica económica como puerto en el antiguo pueblo San Pedro Alcántara de María hoy día caserío las marías. Descriptores: Patrimonio histórico, Geohistoria, Identidad regional e Identidad local. los registros antiguos de los documentos dedicados a la misión de los llanos altos de caracas que desarrollaron la marcha desde mediados del siglo XVIII hasta 1820, nos ofrece el siguiente relato de las vivencias propias del fray capuchino quien administraba la misión San Pedro Alcántara de María; tal como lo describe Buenaventura 1972, (p. 258-259): Pueblo de San Pedro Alcántara de María.- Este pueblo corre en calidad de misión a cargo de los religiosos capuchinos andaluces misioneros de estas provincias, por los cuales se fundó con varios indios, que andaban dispersos fugitivos de diferentes poblaciones así de esta diócesis como del arzobispado de Santa Fe, y asimismo con algunos vecinos españoles y de otras costas, feligreses de dicha ciudad de Guanare.• Se comenzó la fundación el año de mil setecientos sesenta y tres a petición del cabildo secular de aquella ciudad y con licencia concedida por el señor gobernador y capitán general de esta provincia en veinte y dos de febrero de mil setecientos sesenta y uno, y en el de mil setecientos sesenta y cuatro, estando ya adelantada la fundación, se entregó judicialmente. Con señalamiento de algún territorio a dichos religiosos capuchinos; pero ya desde cuatro de septiembre del citado año de sesenta y tres, en que se celebró la primera misa en un oratorio formado en una casa de las de dicha fundación, se habían comenzado a administrar los sacramentos con licencia así de cura de la misma ciudad de Guanare, como del pueblo de San Rafael de las Guasguás, su colindante, tal vez porque algunos, de los vecinos serían feligreses del propio pueblo de San Rafael. Este de María está fundado entre dos ríos: el uno del mismo nombre y el otro llamado la Portuguesa. Dentro de la población habitan indios y españoles, y lo mismo en los campos que le pertenecen, donde unos y otros tienen sus sementeras y crían ganado vacuno, mulas y caballos. Corresponde dicho pueblo al vicariato de la ciudad de Guanare, y su territorio consiste en una legua poco menos de oriente a poniente, y dos de norte a sur. Al oriente confronta con el citado pueblo de San Rafael de las Guasguás, distante por línea recta tres leguas; al poniente con dicha ciudad de Guanare, distante cerca de tres leguas; al norte con el pueblo de Guárico del vicariato de Tocuyo, distante treinta leguas poco más o menos, en que intermedian serranías poco habitadas, y por el sur con el pueblo de Marrones, distante veinte leguas, en que intermedia alguna feligresía así de dicha ciudad de Guanare como del pueblo de San Rafael de las Guasguás. La iglesia de este pueblo de maría está dedicada a San Pedro de Alcántara; su fábrica es de un cañón de corta capacidad y de poca fortaleza, cuyas paredes son de bajareque, y el techo de varas y cañas cubierto de palma; tiene dos capillas, sacristía y un pórtico de semejante materiales, y asimismo dos altares, que son: el mayor que está colocado el Santísimo Sacramento, cuya lámpara se costea a devoción del misionero, y el otro altar está dedicado a Nuestra Señora de Dolores; en una de aquellas dos capillas, al lado de la Epístola, y la de enfrente sólo sirve de baptisterio. Al lado del Evangelio, por la parte exterior, hay un cementerio cercado de palos. E! religioso capuchino encargado de este pueblo es el mismo que por falta de misioneros sirve también el de Marrones, Como allí queda expresado, con la advertencia de que, aunque sirve ambos pueblos, sólo percibe cincuenta pesos de las cajas reales. Lo que especialmente goza por el servicio de este pueblo de María, consiste en las primicias y obvenciones de misas cantadas de devoción, y de bautismos, casamientos y entierros de los vecinos españoles, que todo podrá alcanzar cada año a ochenta pesos. La fábrica de dicha iglesia no tiene otra renta que los derechos de sepultura y velaciones de los vecinos españoles, que podrían anualmente alcanzar a once pesos, y en ella no hay fundada cofradía alguna. Todo este contexto histórico que fundamentan los registro escritos de nuestro objeto de estudio lo hemos sintetizado en un cuadro descriptivo contrastando el tiempo, el periodo y los hechos más relevantes, así como la prospección del hoy y del mañana esperado, donde la transcendencia histórica se encuentra con un gran sentido de pertinencia por medio del contraste de los colores y las divisiones numéricas generando interés por conocer uno de los objetivos del proyecto de investigación “Reconocimiento de Ruinas de María como Patrimonio Histórico para la Identidad Regional y Local”; Análisis de los resultados A la luz de los resultados obtenidos en cada entrevista, su análisis y basamentos teóricos señalados permitieron comprobar en la contratación que evidentemente la apreciación del informante “Omega” cuando afirma el hecho reiteradamente de que la ruina de maría es en honor a la virgen de maría no esta en lo cierto ya que el basamento teórico consultado en los registros deja en claro que el patrono a que se dedico la iglesia fue San Pedro Alcatara de María nombre que marco la toponimia que describe el pueblo ya desaparecido por una epidemia de la Venezuela en Guerra cuyos registros y referencias no fue posible encontrar en los documentos existentes para la época de 1763-1800 pero que reseña que fue la causa principal de su extinción tal cual como lo señala la cita histórica de Alfredo Bolívar en el capítulo II. Por otra parte, es necesario resaltar que la información aportada es válida en cada razonamiento particular resaltando la identidad local y regional y elementos identitarios que definen el contexto histórico de la génesis de los pueblos; se pudo evidenciar al comparar la ruina de maría con otras ruinas existentes que aunque corresponden al periodo de la arquitectura barroca su diseño difiere una de la otra pero es similar en la utilización de materiales locales propio de cada zona particularmente de la arcilla y piedras provenientes de los ríos adyacentes, que en contrastación a lo definido por Omega, donde manifiesta que las marías es similar al templo de San Rafael de las Guasduas lo que es incierto debido a la diferencia de la magnitud de la obra arquitectónica y su estilo de estructura con diseño de escalera para un nivel superior. En tal sentido, solo estos dos aspectos encontrados hacen la diferencia; el resto de la información según las referencias bibliográficas consultadas tanto teóricas como de documentos históricos guarda similitud con lo aportado por los informantes claves, manteniéndose con exactitud las fechas registradas, los sucesos y tiempos cronológicos, pero es evidente aun la falta de información que hasta ahora no ha salido a la luz pública por ser documentos que la iglesia aun no se ha tomado la voluntad de impartir. La interpretación de los resultados permite inferir a modus propio que el proyecto de investigación a dado paso al interés popular por rescatar sus valores autóctonos históricos que en su momento identificaron a un pueblo que le dio vida al pasado por más de un siglo; a tales efectos las dudas e incertidumbre que se tenían de la historia de ruina de maría fue desvelado hasta donde se nos permitió conocer e indagar, así como dar respuestas a cada una de las interrogantes planteadas en la investigación por el hecho de haber encontrado aspectos, factores, variables y conocimientos afines al estudio realizado. Más sin embargo, la búsqueda de implicaciones e inferencias basadas en los datos obtenidos o en abstracciones derivadas de los mismos han sido pertinentes para generar las recomendaciones necesarias que permitan cubrir inquietudes futuras. El principal logro de la información o hallazgo encontrado en la presente investigación deriva del razonamiento lógico por deducción y generalización particular de los hechos encontrados por comparación de los datos de otros autores, el contexto reseñado en cada entrevista, de la experiencia de los sujetos informantes, y del conocimiento generado por el investigador durante todo el proceso, ofreciendo los siguientes aspectos puntuales por cada planteamiento: a. Indagar acerca de la importancia del contexto histórico de ruinas de María como patrimonio histórico para la identidad regional y local. En este particular se pudo encontrar que la importancia de ruina de maría no solo obedece a su arquitectura barroca tardío, si no también al contexto sociocultural y geopolítico religioso que definió su dinámica económica como puerto en el antiguo pueblo San Pedro Alcántara de María hoy día caserío las marías; tanto así que en los años de la guerra federal tubo especial figuración por ser asiento del cuartel general de Ezequiel Zamora; también fue lugar de producción de arreos, frutos menores y de caña de azúcar. b. Establecer comparaciones entre ruinas con otros sitios históricos, al respecto se evidencio que en relación a los datos históricos, las tres ruinas consideradas emergieron en menos de diez años, lográndose un patrón de poblamiento simultáneo cercano a las principales fuentes fluviales, en línea casi recta territorialmente, definiéndose una geopolítica económica agroexportadora a petición del reinado de España. c. Difundir la información de la tradición histórica que sustenta la existencia de ruinas de María como patrimonio histórico para la identidad regional y local. Para facilitar el cumplimiento de este planteamiento, se logro que la información fuera difundida en una nota de prensa de circulación local, al igual que en la plataforma de redes sociales como el Facebook y el Twitter, así como en la página web: www.nudesur.blogspot.com impactando en más de 2000 usuarios cibernautas en un periodo de 15 días. Así mismo, ante un público de más de 100 personas y 8 instituciones regionales entre ellas Fondoturismo Portuguesa y el Ministerio de Petróleo y Minería Barinas se presento la tradición histórica y la importancia de ruinas de maría tanto en exposición verbal (Ponencia) como en cartelera informativa para todo el público presente; logrando la empatía hacia la propuesta, recibiendo felicitaciones y obsequio por el trabajo que desde la UNELLEZ-VPA –Guanare, se llevo a cabo a buen término. Otro aspecto de suma importancia para finalizar, es resaltar la variedad de indígenas o aborígenes que aportaban la encomienda en la jurisdicción de los Llanos de Portuguesa y Zamora que de alguna manera se distribuyeron en los llanos altos de Guanare, incluyendo esta al Pueblo de San Pedro Alcántara de María; tales como: achaguas, amailos, atapaimas, atures, caquetios, cuacuaros, cucuaimas, chiripas, dasaros, gayones, guamos, guamonteyes, guaranaos, guaricos, guaiparas, guaiquires, masparros, otomacos, taparitas y yururos; la mayor parte de las tribus eran de Guárico, Apure y del Orinoco; se infiere por acervo popular la presencia de los gayones y guaricos en las ruinas de marías.

Contexto Histórico de Ruinas de María

El legado histórico del templo María lo reseña en gran parte el cronista Bolívar (2013) de la Ciudad de Acarigua en su web Agenda Turística Portuguesa, por lo que nos permitiremos citar todo su contexto debido a su nivel de importancia y orden cronológico:

Ruinas de María

Las Saqueadas ruinas aún empinan su argamasa de piedras y ladrillos hacia los cielos abiertos de Guanare. «Ruinas de María», llamaron hasta hace algunos años los lugareños a los vestigios de esta desaparecida misión Capuchina, muy cerca del río La Portuguesa. Un moribundo patrimonio que todavía puede admirarse a cinco minutos de la carretera nacional, en la entrada hacia el río Suruguapo. A cinco minutos de la autopista José Antonio Páez y a escasos doce kilómetros de la ciudad de Guanare , un aviso de señalización vial en la carretera nacional indica, «NUDE-Suruguapo», río cercano donde se fundó en el siglo XVIII una antigua misión capuchina ya desaparecida.

Suruguapo, caribe

Suruguapo, Suruapo o Suruapay, voz caribe, es nombre con el que también se conoció la aldea aborigen donde vivió y murió en 1568 Guaicaipuro, cacique de los Caracas, en la quebrada de Paragotos o Paracotos, región de Los Teques, estado Miranda. En su milenario paso por la conexión Orinoco, Apure y Portuguesa, los caribes fueron dejando en los llanos un legado de topónimos indígenas. En la margen derecha del río Guanaguanare, frente a Guerrilandia confluencia con el Tucupido, también sobrevivió el caribe Soropo, lugar donde en 1651 existió la encomienda del español Juan Sánchez, primer europeo en conocer la aparición de la virgen de Coromoto.

Fue así como, fundada Guanare en 1591, los indios se fueron replegando hacia el pie de monte. Paisaje donde nació el pueblo de María, lugar de las ruinas. La Misión cerca del Suruguapo, en el paso del rio portuguesa; así nació el pueblo de San Pedro Alcántara de María, Fundado por el capuchino Fray Cirilo Bautista de Sevilla; a petición del cabildo secular de Guanare, la misión fue autorizada por el gobernador y capitán general de Venezuela el 2 de Febrero de 1761; en 1763 comenzaron a poblarse en el lugar de las actuales ruinas, y el 4 de septiembre del mismo año se ofició la primera misa en una de las improvisadas casas hasta que en 1764 el mismo fraile inició la construcción de la iglesia.

Para 1771, el padre Sevilla de 63 años y 28 de misión era un hombre ciego y de salud «inservible» según los legajos franciscanos, pero pudo terminar el templo, antes de residenciarse en Tínaquillo. El 6 de octubre de 1778, Alcántara de María recibió la visita ‘pastoral del obispo Mariano Martí. En los legajos coloniales quedó escrito: «procedió a la visita de su iglesia (…), vio y reconoció la fábrica, fuente, altares, imágenes, vasos sagrados, ornamentos y demás bienes… «(Buenaventura de Carrocera, «Misión de los Capuchinos en los Llanos de Caracas», ANH, 1972; III, ps. 257-259).

Informó el obispo, que la misión congregaba in dios «dispersos fugitivos» venidos de Humocaro Alto y de la Diócesis del Nuevo Reino de Granada, que extendía sus fueros eclesiásticos hasta Barinas. Para entonces pueblo de María sumaba más de 550 almas (180 aborígenes, el resto españoles), repartidos en 40 casas, 18 de las cuales eran indígenas. «Tiene sus sementeras y crían ganado vacuno, mulas y caballos», dejó escrito el prelado. La autoridad del pueblo la ejercía el español Bartolomé Jiménez, en calidad de Cabo o Comisionado designado por el Teniente de Guanare.

Fue así como, fundada Guanare en 1591, los indios se fueron replegando hacia el pie de monte. Paisaje donde nació el pueblo de María, lugar de las ruinas. La Misión cerca del Suruguapo, en el paso del rio portuguesa; así nació el pueblo de San Pedro Alcántara de María, Fundado por el capuchino Fray Cirilo Bautista de Sevilla; a petición del cabildo secular de Guanare, la misión fue autorizada por el gobernador y capitán general de Venezuela el 2 de Febrero de 1761; en 1763 comenzaron a poblarse en el lugar de las actuales ruinas, y el 4 de septiembre del mismo año se ofició la primera misa en una de las improvisadas casas hasta que en 1764 el mismo fraile inició la construcción de la iglesia.

Para 1771, el padre Sevilla de 63 años y 28 de misión era un hombre ciego y de salud «inservible» según los legajos franciscanos, pero pudo terminar el templo, antes de residenciarse en Tínaquillo. El 6 de octubre de 1778, Alcántara de María recibió la visita ‘pastoral del obispo Mariano Martí. En los legajos coloniales quedó escrito: «procedió a la visita de su iglesia (…), vio y reconoció la fábrica, fuente, altares, imágenes, vasos sagrados, ornamentos y demás bienes… «(Buenaventura de Carrocera, «Misión de los Capuchinos en los Llanos de Caracas», ANH, 1972; III, ps. 257-259).

Informó el obispo, que la misión congregaba in dios «dispersos fugitivos» venidos de Humocaro Alto y de la Diócesis del Nuevo Reino de Granada, que extendía sus fueros eclesiásticos hasta Barinas. Para entonces pueblo de María sumaba más de 550 almas (180 aborígenes, el resto españoles), repartidos en 40 casas, 18 de las cuales eran indígenas. «Tiene sus sementeras y crían ganado vacuno, mulas y caballos», dejó escrito el prelado. La autoridad del pueblo la ejercía el español Bartolomé Jiménez, en calidad de Cabo o Comisionado designado por el Teniente de Guanare.

Cambios de Ruinas de María

El tiempo, las pestes y el olvido, convirtieron a San Pedro Alcántara de María en ruinas desoladas, hasta que el General Gómez construyó la carretera trasandina, a ocho kilómetros donde están las ruinas. A un lado de la Troncal 5, un modesto cartelito indica: «Suruguapo» y a distancia de cinco minutos se aprecian en pie los restos arquitectónicos de lo que fue un pueblo próspero aniquilado por las endemias de la Venezuela en guerra. Esta historia, la desconocen los lugareños, quienes transitan a un lado de la carretera y miran el frontis acurvado de la extinguida iglesia colonial. Por aquí los lugares traen nuevos nombres, Media Luna, El Alambre, el Potrero, en un paisaje de suaves depresiones que descienden de la montaña y muestra aún el esplendor de la extinguida ‘misión capuchina.

Ruta de Montaña

Por esta ruta se viaja hasta El Tocuyo. La desaparecida misión consolidó un atractivo itinerario de montaña: El Potrero, río Suruguapo. El puente, El Algarrobo, La Raya, Maguasa, Las Cruces, Laguneta, Ojo de Agua, El Cauro y Guárico. Subiendo las laderas, las alturas develan el singular paisaje de los llanos altos guanareños y el pie de monte Portugueseños. Transitable en rústicos, según don José Rafael López, residente en El Potrero. A las márgenes del Suruguapo. Una alternativa para el turismo de aventura y comunicarse con el estado Lara para recibir los aires del pueblo de Guárico. El paisaje sigue siendo el mismo descrito en 1778 por el obispo Martí; y la ruta, de empinadas ruinas y fresca montaña.

Con sangre y leche:

En 1778 a su paso por Guanare, el Obispo Mariano Martí en su libro «Relación de Visita», dejó escrito sobre esta misión: «La iglesia de este pueblo de María está dedicada a San Pedro de Alcántara; su fábrica es de un cañón, de corta capacidad y de poca fortaleza, cuyas paredes son de bajareque, y el techo de varas y cañas cubierto de palma.

Tiene dos capillas, sacristía y un pórtico de semejantes materiales, y así mismo, dos altares. Que son: el mayor en que está colocado el Santísimo Sacramento (…), y el otro altar está dedicado a Nuestra Señora de Dolores; en una de aquella dos capillas, al lado de la Epístola, y la de enfrente solo sirve de baptisterio.

Al lado del Evangelio, por la parte exterior, hay un cementerio cercado de palos». También, en su «Libro Personal» agrega «la iglesia es de bajareque cubierta de paja o palma. A más de la principal, tiene dos puertas colaterales; la Sacristía detrás del altar mayor. Sus ornamentos son pocos». Concluida, debió mostrar el aspecto de una ermita. Edificada de ladrillos y paramentada con estípites_ Refiere la tradición que estas construcciones de mampostería se amalgamaban con leche y sangre de ganado, argamasa con la que imbricó su trama enladrillada el barroco colonial tardío del siglo XVIII americano.

En otro contexto, los registros antiguos de los documentos dedicados a la misión de los llanos altos de caracas que desarrollaron la marcha desde mediados del siglo XVIII hasta 1820, nos ofrece el siguiente relato de las vivencias propias del fray capuchino quien administraba la misión San Pedro Alcántara de María; tal como lo describe Buenaventura 1972, (p. 258-259):

Pueblo de San Pedro Alcántara de María.- Este pueblo corre en calidad de misión a cargo de los religiosos capuchinos andaluces misioneros de estas provincias, por los cuales se fundó con varios indios, que andaban dispersos fugitivos de diferentes poblaciones así de esta diócesis como del arzobispado de Santa Fe, y asimismo con algunos vecinos españoles y de otras costas, feligreses de dicha ciudad de Guanare.· Se comenzó la fundación el año de mil setecientos sesenta y tres a petición del cabildo secular de aquella ciudad y con licencia concedida por el señor gobernador y capitán general de esta provincia en veinte y dos de febrero de mil setecientos sesenta y uno, y en el de mil setecientos sesenta y cuatro, estando ya adelantada la fundación, se entregó judicialmente.

Con señalamiento de algún territorio a dichos religiosos capuchinos; pero ya desde cuatro de septiembre del citado año de sesenta y tres, en que se celebró la primera misa en un oratorio formado en una casa de las de dicha fundación, se habían comenzado a administrar los sacramentos con licencia así de cura de la misma ciudad de Guanare, como del pueblo de San Rafael de las Guasguás, su colindante, tal vez porque algunos, de los vecinos serían feligreses del propio pueblo de San Rafael. Este de María está fundado entre dos ríos: el uno del mismo nombre y el otro llamado la Portuguesa. Dentro de la población habitan indios y españoles, y lo mismo en los campos que le pertenecen, donde unos y otros tienen sus sementeras y crían ganado vacuno, mulas y caballos.

Corresponde dicho pueblo al vicariato de la ciudad de Guanare, y su territorio consiste en una legua poco menos de oriente a poniente, y dos de norte a sur. Al oriente confronta con el citado pueblo de San Rafael de las Guasguás, distante por línea recta tres leguas; al poniente con dicha ciudad de Guanare, distante cerca de tres leguas; al norte con el pueblo de Guárico del vicariato de Tocuyo, distante treinta leguas poco más o menos, en que intermedian serranías poco habitadas, y por el sur con el pueblo de Marrones, distante veinte leguas, en que intermedia alguna feligresía así de dicha ciudad de Guanare como del pueblo de San Rafael de las Guasguás.

La iglesia de este pueblo de maría está dedicada a San Pedro de Alcántara; su fábrica es de un cañón de corta capacidad y de poca fortaleza, cuyas paredes son de bajareque, y el techo de varas y cañas cubierto de palma; tiene dos capillas, sacristía y un pórtico de semejante materiales, y asimismo dos altares, que son: el mayor que está colocado el Santísimo Sacramento, cuya lámpara se costea a devoción del misionero, y el otro altar está dedicado a Nuestra Señora de Dolores; en una de aquellas dos capillas, al lado de la Epístola, y la de enfrente sólo sirve de baptisterio. Al lado del Evangelio, por la parte exterior, hay un cementerio cercado de palos. E! religioso capuchino encargado de este pueblo es el mismo que por falta de misioneros sirve también el de Marrones, Como allí queda expresado, con la advertencia de que, aunque sirve ambos pueblos, sólo percibe cincuenta pesos de las cajas reales. Lo que especialmente goza por el servicio de este pueblo de María, consiste en las primicias y obvenciones de misas cantadas de devoción, y de bautismos, casamientos y entierros de los vecinos españoles, que todo podrá alcanzar cada año a ochenta pesos. La fábrica de dicha iglesia no tiene otra renta que los derechos de sepultura y velaciones de los vecinos españoles, que podrían anualmente alcanzar a once pesos, y en ella no hay fundada cofradía alguna.

Todo este contexto histórico que fundamentan los registro escritos de nuestro objeto de estudio lo hemos sintetizado en un cuadro descriptivo contrastando el tiempo, el periodo y los hechos más relevantes, así como la prospección del hoy y del mañana esperado, donde la transcendencia histórica se encuentra con un gran sentido de pertinencia por medio del contraste de los colores y las divisiones numéricas generando interés por conocer uno de los objetivos del proyecto de investigación “Reconocimiento de Ruinas de María como Patrimonio Histórico para la Identidad Regional y Local”

Es muy significativo apreciar el tiempo cronológico de los hechos en función de la línea de tiempo histórico; ya que desde el inicio de la construcción de las Ruinas de María hasta la fecha han transcurrido 249 años es decir casi los dos siglos y medio (2+1/2 centurias: 92.312,5 días) esto denota el nivel de importancia en cuanto a su vigencia en el siglo XXI como los resto de una obra arquitectónica humana que en su momento fue la expresión de las corrientes del arte barroco tardío por combinar la escultura, el arte y el diseño arquitectónico con materiales de la naturaleza: arcilla, piedra, madera, etc.

Es por ello que el solo hecho de que hasta la presente fecha aún se mantenga en pie parte de la columna izquierda de la fallada principal (Entrada) se convierte en un bien cultural e histórico de interés público para los profesionales de diversas áreas como: Los historiadores, los arqueólogos, y los antropólogos; así como también para las comunidades adyacentes a nivel local, para el Municipio, Estado y nivel Regional, de estas causales se deriva el sentido de pertenencia y de allí la expresión de identidad local y regional.

Por identificarse con una obra en pie que no conserva su originalidad total de su pasado pero si elementos distinguibles que lo caracterizan y lo asemejan a otras edificaciones (Templo San Rafael de las Guasdúas y Templo Tucupido) que dentro del periodo colonial en Venezuela para el siglo XVIII comparten aspectos de diseños que le dan valor a su arquitectura por lo que debe ser considerado parte indisoluble del origen y de la memoria física de un pueblo.

El valor simbólico propio de Ruinas de María que posee cualidades representativas o evocativas con las que se identifica la comunidad, generando sentimientos de pertenencia, arraigo u orgullo; o aquellos por lo que es identificada la comunidad, contribuyendo a su proyección o imagen en un ámbito mayor; por ende es importante la difusión de esta información en su contexto histórico y social.

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