Mena Bernabé Fernanda Aurelia. 403.
Un día paseando por la calle, vi a uno de mis vecinos con una bolsa negra muy grande y estaba escurriendo algún líquido rojo, m una e dio un poco de mala espina y lo seguí mirando, lo subió directo a su coche y me lanzó mirada tenebrosa que me heló la piel. Quedé atónita y me fui directo a mi casa con mis padres.
No les conté lo que había pasado porque tal vez sonaría muy exagerado, así que los salude como de costumbre y me fui a mi habitación a chatear con mi mejor amiga. Entrando a mi red social me di cuenta de que había muchos “se busca” compartidos por muchos amigos. Era un chico de la preparatoria. Nunca interactúe con el pero lo había visto unas dos veces en el pasillo. No le tomaba importancia porque era muy reservado y no se juntaba con nadie.
Se había perdido hace unos días, vivía en la siguiente calle a la mía, bueno, eso decía en el anuncio. Que tristeza. Platique de eso con Vania, mi amiga. Me dijo que era muy extraño porque dicen que nunca salía y ese día salió solo a hacer unas compras de su mamá y después ya no se le volvió a ver. Dicen que la policía local está haciendo todo lo posible por encontrarlo.
Era muy raro, vi al vecino raro salir con una bolsa que iba dejando un pequeño rastro de líquido rojo en su pasto, y ahora lo del chico solitario, no quería hacer suposiciones o conjeturas, pero me parecía algo anormal. Nunca se habían desaparecido personas así como así. Hace poco llegó el nuevo vecino, no tenía mucho, tal vez unos 5 meses. Vivía con su esposa, ella era muy linda con todos, pero me preguntó por qué una mujer tan linda estaría con un señor tan raro.
Muy entrada en mis pensamientos, olvidé responder el mensaje de mi amiga, me preguntaba que con quien iría al baile de graduación,
Me fui a comer con mis padres y mi hermano pequeño, era muy lindo pero me tenía harta.
Pasaron unas semanas y todo transcurría normal. No habían encontrado al chico solitario, su nombre era Luis. Veía a su madre fuera de la preparatoria repartiendo volantes y con la mirada perdida y triste. Pobre señora…
Mi mamá comenzó a hablar con la esposa del señor raro, era muy amigable, venía a la casa de vez en cuando a platicar porque tenían intereses comunes. Decía que su esposo era muy reservado porque desde pequeño lo enseñaron a ser así. Nos traía dulces, bueno, a mi hermano Damián, el era quien se los devoraba.
Yo platicaba un poco con ella acerca de libros, le gustaba leer y eso era agradable.
Un día, de la nada, mi mamá y yo teníamos que salir por algunas cosas al supermercado, mi papá no estaba y no podíamos dejar al pequeño Damián solo, pero, teníamos al perro, no había problema, solo no tendría que salir, el televisor era su forma de entretenerse. Lo dejamos, fueron un par de horas, algo rápido, había veces en que teníamos que ir a otros lados y era mucho más camino y tiempo.
Nos fuimos como de costumbre, supongo que ella nos vio, sonrió y se despidió con una sonrisa desde su jardín.
Llegamos al supermercado y todo iba bien, papá regresaría antes que nosotros así que no había de que preocuparse. Compramos cosas necesarias porque tendríamos una fiesta sorpresa para Damián, era su cumpleaños dentro de unos días.
Pasó una hora y padre nos marcó al celular de mamá, nos preguntó qué si todos estábamos allá en el super. Madre le respondió que no, que Damián se había quedado en casa viendo el televisor. Padre dijo que no había nadie. Madre le preguntó qué sí ya había revisado por toda la casa. Hizo caso y reviso, no lo encontró. Regresamos de inmediato a casa. No estaba. La esposa del hombre raro vino a vernos, se veía preocupada pero no sé porque no le creía eso. Parecía que estaba gustosa de que sucediera. Parecía que sólo fingía. De inmediato una idea se asomo en mí pensamiento, tal vez y ella tenía algo que ver. Ella sabía que hacíamos cuando no podíamos llevar a Damián con nosotros. Le dije a madre pero no me hizo caso. Pusieron una alerta amber y pasaron semanas. Fue como lo de Luis, el chico sin amigos. Estábamos muy angustiados. Usaron perros para encontró algún rostro y hallaron sangre de mi hermano en el pasillo de la mujer, sabía que algo tenía que ver… ella fue quien lo sacó de la casa… ella mandó a su esposo a asesinar a mí hermano… rebeló que lo hacía por venganza, porque su hijo fue asesinado, y cada vez que se mudaba y encontraba a niños con las características del hijo que perdió lo asesinaba. Maldita, es un maldita, no sabe lo que ocasionó, mi madre comenzó alcoholizarse, mi padre estuvo apuntó de suicidarse y yo estoy drogada ahora mismo…Malditos…
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