Soñar con la gloria no es arte profundo,
todos soñamos con triunfos lejanos
y a pesar del vicio en que duerme el mundo
mi espíritu guarda mis sueños arcanos.
¿Y quién no alimenta esa fe tambaleante?
que se abre caminos para la esperanza.
¿Y quién de ese mito no hace un estandarte?
y al sufrir, luchando, cae pero avanza.
Una y tantas veces esa fe se quebranta
hundiéndose en abismo tan negro y profundo
que mirando al cielo, sonríe hacia el mundo
sabiendo que Dios con su luz lo levanta.
Claude 28/11/59
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