Querida hija

Querida hija

Te vi crecer y cada momento ha sido un regalo. Recuerdo cuando abriste los ojos por primera vez; tu mirada me enamoró. Cada uno de tus primeros pasos los atesoro en mi corazón, como la primera vez que dijiste una palabra, mi alma se encendió de amor.

Hoy, al verte crecer, siento cómo tus alas se van alejando de las mías, mientras te lanzas a cumplir tus sueños y metas. Aunque estamos a unos kilómetros de distancia, te extraño profundamente. 

Extraño tus risas que llenaban la casa y tus palabras que iluminaban mis mañanas.

Querida hija, nunca olvides que siempre estoy aquí para abrazarte cuando necesites un poco de calidez. 

Te extraño, pero también me llena de alegría saber que estás persiguiendo tus sueños. Estoy orgulloso/a de ti, porque no le tienes miedo a volar y luchar por lo que tanto anhelas.

Recuerda que siempre estoy a tu lado en este camino que se llama vida. Y si algún día no estoy físicamente presente, búscame en los detalles más bonitos que nos envolvieron con amor, en esos recuerdos que compartimos y que siempre vivirán en tu corazón.

Te abrazo con todo mi amor.