¿Escuchas la canción que está sonando?
Acércate un poco más y escucha bien.
No confundas mis latidos por el nerviosismo
y contempla la pieza musical de mi ser.
Entre el ruido y la desesperación tú puedes escucharla;
es el canto de mis entrañas, mas no de mi alma.
Disculpa la lírica tan despreciable,
pero la escribí en tu honor, pensando en nuestros fracasos sociales.
Tú y yo
bailaremos al final de la noche,
dormiremos abrazados para olvidar los reproches,
y cuando amanezca… cuando amanezca, no estarás.
Pensarás en mí.
Te acordarás de mí y callarás los detalles.
Cada que escuches esta canción,
pensarás en mí.
Queda entre nosotros
que solo tú la puedes contemplar;
entre el ruido y la desesperación
la puedes escuchar.
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