Que no sea a medias

No sé cómo sentir a medias

mirar a medias

disfrutar a medias.

¿Cómo se puede mirar a medias,

sin perderse en la profundidad de tus ojos?

No puedo sonreír a medias,

al ver que te fijas en mí, entre la multitud de callao.

El aguantar no ponerme nerviosa

al sentir que te acercas poco a poco,

sin ser consciente que tu belleza ilumina la plaza abriéndote el camino,

y sin saber que,

con una simple sonrisa valía para que me temblaran las piernas.

Demostrar que los besos en la mejilla

también pueden descontrolar respiraciones.

Recordar aquel café escondido entre libros,

como tú entre “lobos”.

Sentarnos entre cámaras y descubrir,

que no solo eres la obvia belleza de un Adonis,

si no una mezcla de todas las perfecciones de este mundo.

Y que riéramos entre series…

Y que soñásemos entre libros.

Invitarme con miedo a tu casa,

y sentarnos en el sillón acompañados de un vaso de cerveza,

porque no tenías coca- cola.

Y solo desear gritar que fusionaras tus labios con los míos,

mirarme a los ojos mientras nos acercábamos con cuidado

al oír mis gritos ahogados.

Tras unos segundos, arriesgarse,

y tus labios llegaron a los míos.

Y sentí todo sin quedarnos a medias.

Por eso no sé que se siente

al arrepentirse por no arriesgarse

o al no arriesgarse para no arrepentirse

ni sé que es sentir a medias, contigo.

Mirarte a medias.

Disfrutarte a medias.

Disfrutarnos a medias.

Porque no se vivirte a medias.

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