Vivir,  escuchas esta palabra en todas partes pero la entiendes, dicen vivir para a un futuro lleno de viajes o una comida en un restaurante lujoso mientras su tarjeta es sobre girada por tercera vez.

¿Eso es vivir? 

Un anciano me dijo «si pudiera vivir por segunda vez miraría todos los amaneceres que pudiera, dejaría de fruncir el ceño tantas veces y le daria una sonrisa a la mujer que tanto la anhelo ver, jugaría desde el amanecer asta el anochecer o hasta que mi madre me gritara por no entrarme» soltó una carcajada ronca y garasposa con esfuerzo.

Levantó su mirada la cual avía estado todo este tiempo fija en sus manos, solo para postrarla en una pequeña ventana que avía en el cuarto «Comería con las manos sucias sin preocuparme por enfermarme, me mojaría la ropa sin pensar en los regaño de mi madre, abrazaría a mi mujer tan fuerte como me fuera posibles, le daría un beso en la mejilla a mi hija sin motivo alguno, bailaría en la calle sin razón alguna, aria tantas cosas que pensaba que no tenían un valor, cosas sin relevancia», por primera vez su mira da era postrada en mi, sus ojos azules como el cielo ahora tenían un velo grisáceo que hasta el día de hoy anhelo poder decir que se avían vuelto irreconocible como antaño pero lo cierto es que no recordaba ni su rostro, aún batallo el día de hoy por decidirme si quedarme en silencio fue lo correcto, pero que esperaba de mi una respuesta corta o que le negara todo y le dijera que su vida fue buena el recordó todo lo que quería hacer pero yo recordaba todo lo que avía sucedido todo el llanto de mi abuela de mi madre cuando temblaban por una orden de él, que debía ofrecerle la tranquilidad de palabras vacías para que tuvieran un final pacifico si no derramó ni una lágrima por su hija, no pude hacerlo lo más humano que pude hacer fue no decir ni una palabra y creo que el ya sabía esto. 

» que irónica es la vida lo que mas anhelo hacer si tuviera otra oportunidad de vivir son cosas simples que las pude haver echo, pero aquí estoy en mi vejez imaginando como hubieran sido esos recuerdos sin poseer ninguno de ellos», una lagrima brotaba de el y yo no supe que decir.

No pude pensar en nada todo el camino a mi casa o quizás no quería hacerlo lo único que sé es que llegué a ella y abrace a mi esposa y a mis hijos sin motivo alguno, luego llegué a mi estudio y antes de comenzar a escribir una epifanía vino a mi ¿y si sus palabras no buscaban consuelo? y si estás no eran un plegaria desesperada buscando perdón,  sino una enseñanza para un hombre que no avía visto hace años, quisiera decir que sonreí mientras miraba estoicamente a mi familia, pero la verdad fue otra seré sincero no recuerdo cuando entró mi esposa a consolarme o en qué momento mi perro empezó a lamer mi rostro, solo recuerdo las lágrimas que corrían sin sesar de mi, esa noche antes de dormir jure presentarle a sus nietos por primera vez, pero una llamada a media noche me despertó.

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